Es la miel de tus ojos atrevidos
los que han hecho tan dulce mi prisión
me atrapaste, no puse condición
ya la seda de tu piel me ha sometido
Y tus labios son suaves carceleros
son tus besos castigo procurado
es tormento insistente y obstinado
ni una queja, ni un porque, tampoco un pero
Y reclamo la presión de tus caricias
el martirio de tu piel junto a mi piel
y sonríes sabiéndote tan cruel
es ritual que practicas con pericia
Y castigas con ganas, sin piedad
es tu boca que agrede seductora
me lastima tu risa encantadora
absoluta, total tu impunidad