Moscú y Teherán estudian un proyecto para la realización de un mega canal trans-iraní a través de Irán, conocido como el Río Iraní, que comunicaría el mar Caspio con el golfo Pérsico a través de un estrecho artificial que costaría entre 6.000 y 10.000 millones de dólares pero implicaría grandes beneficios tanto para Rusia como para Irán, informa el diario Vzglyad.
Leer más
Este proyecto consta de dos variantes o dos rutas distintas donde sería posible construir el estrecho: la primera y más corta, un ruta occidental de unos 765 kilómetros de longitud, nacería de la desembocadura del río Sefid, en la provincia noroccidental iraní de Guilán, hasta llegar a la región de Ahvaz, en la provincia sudoccidental de Juzestán, por el rió Karón, una zona muy próxima a la frontera con Kuwait.
La otra ruta, la oriental, es casi el doble de extensa, de unos 1.400 kilómetros de longitud. La misma comunicaría el mar Caspio partiendo desde el golfo de Gorgan hasta la zona de la bahía de Chabahar, en la frontera entre el océano Índico y el golfo de Omán, en la parte más sudoriental de Irán.
Para los expertos rusos, este proyecto abriría un rápido acceso al océano Índico para los barcos de su país, evitando así atravesar el territorio turco a través del Bósforo (también conocido como el estrecho de Estambul) y luego por el canal de Suez, en Egipto, para llegar al mar Rojo, luego al mar Arábigo, y desde allí al océano Índico.
"Con ganas y los recursos suficientes, todo es posible, puesto que no hay nada que impida la realización de este proyecto desde el punto de vista técnico", indicó Andréi Grozin, director del departamento ruso de Estudios de Asia Central, quien también recordó que la perspectiva de llevarlo a cabo aún es incierta, aunque se trata de una posibilidad que se barajará, recoge Svobodnaya Pressa.