Las pequeñas manecillas del reloj, aun detenidas,
No pueden cambiar el camino que espera.
El indomable tiempo también se complace en fortalecer
Al espíritu, para que continúe su recto peregrinar.
Navegando mi conciencia por la bruma de la vida,
Libé el néctar de la poesía, y,
Escalé hasta muy cerca del cielo
Donde a los buscadores los misterios se dan a conocer.
De emociones ha estado cargado mi verso,
Y de sabiduría en el monte del teologal.
Fiel amigo en la infancia,
Proveedor de refugio en las horas tristes.
Hubiera querido abandonarlo todo
Para viajar en el carruaje de la imaginación;
Sobre él, vencer los duros embates de las crisis
Hasta llegar donde Dios tiene su morada,
Entonces regresar para cumplir la misión.
Viajar por las franjas de colores del arco iris desearía
Hasta donde pueda entrar al esorético lugar
Para embridar las pasiones
Y quemar lo que ennegrece a la vida
En su obra bella.
Ariel G Batista Osorio Holguín.