A pesar de que estas medallas no son de “oro puro”, los atletas que conquistan los tres primeros sitios de estos Juegos Olímpicos Río 2016 obtienen las medallas más grandes y pesadas en la historia de esta justa deportiva mundial; ya que cada presea tienen un diámetro de 85 mm y pesan 500 gramos.
Los premios otorgados en los Juegos Olímpicos han variado a lo largo de su historia. En los Juegos Olímpicos de 1896 celebrados en Atenas, los participantes recibieron una medalla de plata y una rama de Olivo y los subcampeones recibieron una medalla de bronce y una rama de laurel.
Las medallas de oro macizo se introdujeron en los juegos de 1904 en St Louis, y cuatro años más tarde, en Londres, en donde las medallas comenzaron a ser otorgadas a los tres mejores atletas en el orden en el que lo conocemos actualmente: Oro, plata y bronce.
Por lo tanto, las medallas que vemos hoy no están hechas de oro, sino de 92.5% de plata, 6.16% de cobre y sólo 1.34% de oro, es decir, el valor aproximado es de seis gramos de oro de 24 kilates.