El beat de la rebeldía que inspira la nueva serie de Netflix - AMISTADES SIN FRONTERAS

Oscurece en la ciudad, el cuerpo comienza a transpirar adrenalina, entre el silencio de la noche los pensamientos viajan a mil por hora, ha llegado el momento de competir contra el reloj para plasmar una línea, un nombre, una firma, y después a la primera señal de que se aproxima la policía, salir corriendo con todas las fuerzas para huir de la ley que castiga el delito de la libre expresión. Esta es la rutina de los artistas urbanos que saben mejor que nadie que lo único que debería prohibirse es dejar de lado los sueños y las pasiones. Si no existieran los rebeldes, tampoco existirían revoluciones, los “nadies” que se atreven a alzar la voz son los héroes anónimos que reclaman nuestra libertad.
El arte urbano se desarrolla en la polémica, hay quienes lo asocian con lo ilegal y el vandalismo dando origen a una discusión que no termina. No todo el graffiti es arte, la diferencia radica en la paradoja de romper los límites que la sociedad impone para despertar conciencias y no confundir el libertinaje con el desafío que enfrentan todos los días artistas que sólo quieren dejar su huella en el mundo al transformar los murales en lienzos de la rebeldía. La juventud reclama el espacio público que nos pertenece a todos los habitantes de la ciudad, y es inevitable permanecer impasibles ante el misterio de encontrarnos una mañana con una obra de arte, en esa calle que diario transitamos y parecía no cambiar nunca, un mensaje anónimo hace su aparición, desafiante pero lleno de complicidad.
En un sistema como el que nos rige, las calles representan poder, marchas y manifestaciones alteran el aparente orden, la tranquilidad de quiénes viven con miedo de que las cosas cambien, corrompidos por el conformismo y la pérdida de la imaginación. Netflix ha escuchado a la generación que está cansada de ver las calles repletas de publicidad y ha decidido confiar en el poder del arte para comunicar mensajes sin necesidad de las palabras, con el lenguaje del color y la creatividad. Por ello colaboró con la artista urbana Liz Rashell para imprimir el beat de la serie musical que se ha convertido en uno de sus más exitosos estrenos.
Inspirado en la cultura urbana, el director Baz Luhrmann ha incursionado por primera vez en las series con “The Get Down” , una producción ambientada en la década de los 70 en The Bronx, Nueva York para narrar la historia de un grupo de jóvenes que encuentran en el arte un arma para ser escuchados. El nacimiento del hip-hop, el disco y el funk acompañan a Netflix en esta aventura que ha logrado recrear el caos y el espíritu de una época con un enfoque artístico y excelentes actuaciones en esta historia de amor y libertad que nos invita a levantarnos contra lo establecido, a cambiar lo que parece imposible y de rima en rima conquistar el mundo.