Romance del Abuelo
Por: David Moya Posas.
El cigarrillo en la boca y la vista sobre el cielo, así se pasa las horas de esparcimiento el abuelo.
Otro tiempo fue de roble, fuerte envoltura de anhelos, cuando la noche dormía arropada en sus cabellos.
Cuando en ventanas abiertas bajo una sombra de aleros abrió los brazos al viento aprisionando luceros.
Y existió mas de una noche de esos tiempos que se fueron en que crispados los puños tuvo la gloria de un duelo. Hoy el cuadro a dado vuelta.
Porque ninguno es eterno, y me parece que lleva de esos tiempos que se fueron en sus bigotes de oro los resplandores del fuego.
Pues cuando pasa arrogante entre las casas del pueblo, hay un revuelo a su paso entre copas de sombreros.
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