ESTOY DE PASO
En ocasiones, me cruzo con la ira…,
y ella porfía con tomarme el brazo, pero le digo: “¡No puedo irme contigo…
trata de comprender…estoy de paso…”.
Otras veces la duda me visita intentando enredarme en su fracaso,
y de la misma forma me disculpo: “Perdóname, pero… estoy de paso.”
Algunos días es la intolerancia quien trata de envolverme con su abrazo,
pero también me niego a recibirla: tendrá que dispensarme…estoy de paso.
Y hay circunstancias en que el sufrimiento es el que trata de llenar mi vaso,
más sé de su carácter ilusorio y no le doy cabida…estoy de paso.
Incluso cuando arriban los temores -esos que asustan siempre por si acaso,
con su caterva de preocupaciones!- tampoco los atiendo…estoy de paso.
No quiero demorarme en pequeñeces…
¡Cada minuto es un tesoro escaso, que se va entre los dedos como el viento!
Y como el viento...¡también yo estoy de paso…!
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