Me heriste de muerte... un día de agosto
Me clavaste un dardo envenenado por la espalda...
¿Recuerdas?...
Caí en tu presencia derrumbada... aturdida,
y sin palabras... sin palabras
para contestarte como merecía tu bajeza
y decaída... ni siquiera la mano tú me diste...
así tal vez quisiste verme muchas veces
con el corazón de cera derretida.
Pero lo que tú no sabías
que era una oveja que se vistió de lobo
con corazón de cera...
que jamás aprendió
a perseguir la presa
y que notándose... a mil leguas que no era lobo
te lanzaste con saña a hacerme daño.
Te equivocaste... no era un lobo,
porque a los lobos se les teme...
se les adula... y se les sirve
una vez mas te equivocaste...
no era yo un lobo...
Solo era una oveja extraviada del rebaño...
Una oveja confiada y solitaria...
Una oveja que se atrevió a saltar la cerca...
Una oveja confiada y solitaria...
Que esperó por largo tiempo...
Que brotaran rosas de la zarza seca
Una oveja tonta y soñadora...
Que pretendió en ti esculpir su alma...
Y hoy después de 20 largos años
me dices que te dejé secuelas...
Como me duele enterarme después de tantos años
como me duele que no me hayas dicho
todo esto a su debido tiempo...
Como me duele de haberlo sabido tan tarde,
tan tarde...
cuando la hojarasca ha cubierto el rastro...
cuando la mentira... sabe a verdad añeja
o la verdad sabe a mentira fresca.
Hoy que ya han pasado... ya unos días
y mi cabeza recobra la cordura
ese dardo que me lanzaste por la espalda...
me hirió... sólo en ese día...
porque en ese día
te estaba demostrando
que he cambiado
que no soy la misma
¡Cómo ser la misma!
Si tú mismo te encargaste de matarme
y arreglar mis funerales...
Y todavía... ¿eres tú quién habla de secuelas?
Ya no puedes seguir condenándome
por haber querido hacer de ti
lo que hoy quiero para mis hijos.
Y de aquí en adelante...
no dejaré que me condenes por el pasado...
ese pasado...
en que por lo menos yo tuve la nobleza
de decirte a tiempo lo que de ti me dolía
y si por eso... me maldices todavía...
bendita sea la maldición hecha...
que no te deja olvidarme todavía...
Desconozco el autor
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