Cada detalle de la puesta fue estudiado. (Foto: uneac.org.cu).
Por SAHILY TABARES
Fotos: LEYVA BENÍTEZ Y Cortesía de la serie
Para él, “la experiencia ha sido valiosa”. Ante la computadora, muestra imágenes sobre la ficción inspirada en hechos reales. En “difíciles sets de filmación” el general de brigada (r) Pedro Jorge Romero siguió el itinerario del material filmado para 15 capítulos de 45 minutos que recrean la lucha contra bandidos librada en la sierra del Escambray.
“La jefatura de las Fuerzas Armadas Revolucionarias me designó para acompañar el proceso de la serie, hice correcciones de escenas y permanecí en el terreno durante el rodaje, fue una etapa dura que requirió nueve meses de trabajo. Este documento fílmico tiene premisas esenciales: no mentir, transmite mensajes, verdades históricas, las cuales llegan a generaciones desconocedoras de la contienda.
“Quienes escribieron los guiones son estudiosos del tema”, reconoce el general de brigada (r) Pedro Jorge Romero.
“El argumento de la puesta transcurre entre enero de 1961 y finales de octubre de 1962. Conozco el armamento de la época, cómo portarlo, los procedimientos tácticos; los artistas no son profesionales de la actividad militar, me resultó grato ayudarlos”.
Destaca la idea original y el guion de Eduardo Vázquez Pérez, a quien se sumaron en la escritura Yaima Sotolongo y Alberto Luberta Martínez, director general.
Sonríe al decir: “al principio, durante el rodaje, hablaba a destiempo, poco a poco entendí la técnica del audiovisual. Hice magníficas relaciones con actores, actrices, el colectivo de dirección, los extras: soldados y oficiales de las FAR que colaboraron con armamentos, alimentación, transporte, pues en este sentido hubo dificultades, por ejemplo, los camiones de esa etapa están prácticamente extintos, empleamos modelos posteriores”.
En la memoria conserva vivencias inolvidables.
Alberto Luberta Martínez (izquierda) dirige el montaje de una escena.
“Las LCB fue un tipo de tropa organizada para enfrentar el bandidismo. Yo pertenecía a la cuarta división de las fuerzas regulares que intervino en operaciones contra estos terroristas, porque sus métodos y acciones no fueron de verdaderos guerrilleros. Algunos bandidos sintieron repulsión por la forma en que actuaron, pero así procedieron en la mayoría de los casos. La serie muestra estas actitudes; reconoce el esfuerzo, la valentía, el estoicismo de decenas de miles de hombres pacíficos, trabajadores, campesinos, quienes se vieron cercados en territorios que controlaban los bandidos. Qué podía hacer un padre de familia junto a su mujer y los tres hijos cuando una banda de esa gente les pedía comida. El vecino más cercano estaba a media legua o más. No es lo mismo que vivir en la ciudad. Después ellos amenazaban: no pueden salir durante una semana de aquí porque vamos a dejar vigilancia, si nos pasa algo, se las arrancamos.
“Aun así, durante la lucha, la colaboración de los campesinos y de sus hijos fue decisiva, constituyeron la fuente principal de información para el trabajo del Ministerio del Interior y de las FAR.
“La serie recrea dilemas de las personas, es cruenta, así fue la vida en esa época. Muchos me dicen: Romero, ¿eso fue verdad? Les digo: sí, todo eso ocurrió. Los escritores revelaron asuntos que nunca se habían dicho. La fotografía, la música, las actuaciones, todo sirvió para describir situaciones, la psicología humana, los sentimientos, dolores, tristezas, alegrías e incomprensiones.
Durante un ensayo.
“En las escenas el más mínimo detalle tiene un sentido, ningún elemento está puesto allí por casualidad. Cada personaje se inspiró en hombres y mujeres reales. La ficción permite determinadas licencias para contar la historia, pero nunca distorsiona la esencia de los hechos. Esto lo aprendí durante el rodaje”.
Decisión y coraje
Las vivencias propias, otras aprehendidas durante el proceso creativo de la puesta, motivan reflexiones, alertas, caminos por transitar.
“Con urgencia se debe contar sobre la lucha contra bandidos, el clandestinaje, otros aspectos de nuestra historia poco conocidos. En el recuerdo cada vez están más lejos esos hechos, el tiempo es una escoba que lo barre todo, pero nadie puede borrar historias como estas. El otro día, un vecino del barrio me preguntó: ¿no es muy violenta la serie? Le respondí: no, violenta es la película del sábado, en la que matan con un taladro para robar. La historia debe ser contada de manera veraz.
Caracterización del actor Omar Alí.
“Tenemos que refrescar la memoria, en esa época yo era un muchacho, ahora tengo 77 años, perdí a muchos compañeros valiosos, jefes y subordinados comprometidos con el deber, la Patria, la Revolución.
“En esa lucha participaron el Comandante en Jefe en persona y un numeroso grupo de los principales jefes de las FAR, comandantes y capitanes del Ejército Rebelde.
“El imperio dice que lo ocurrido fue endógeno. En 1959 empezaron las agresiones, todo se preparó con vistas a una invasión. La Agencia Central de Inteligencia quería organizar en nuestro país un movimiento contrarrevolucionario que incluía la ejecución de crímenes y sabotajes dirigidos a afectar las economías agrícola, pecuaria, a la instauración de atmósferas de terror; esa organización buscó que disminuyera el apoyo del pueblo a la causa revolucionaria con el propósito de desencadenar una intervención militar en nuestro país.
Soldados, milicianos y extras aportaron al desarrollo dramatúrgico de la serie.
“Nos cerraron el petróleo, quemaron la caña, envenenaron el tabaco. Ese agobio se reforzó con dinero y recursos puestos por la CIA. ¿De dónde salieron las armas que tenían los alzados? Todo el aparato político-militar fue inducido desde afuera.
“El mundo está abocado a una conflagración de grandes proporciones, hay que estar alertas.
“Debemos mantener viva en la memoria aquella epopeya, que ha sido poco contada. Los bandidos ejecutaron actos propios de un ejército de ocupación, le arrebataban alimentos al campesinado, destruían bohíos, escuelas, tiendas del pueblo.
“El ejército revolucionario mantiene la ética como principio. A la Revolución no le gusta vanagloriarse de sus méritos, pero hay que hablar de la dedicación, del coraje, la resistencia de cada soldado, de cada jefe. Nosotros estuvimos días sin comer y nunca pedimos una naranja. Los campesinos decían: “ustedes son personas decentes, hay que ayudarlos”.
Actores y actrices de la serie.
“LCB: La otra guerra cuenta hechos inolvidables, es el resultado del trabajo creativo de muchas personas. Algunas escenas se repitieron varias veces, porque mantener la calidad artística fue otra premisa del colectivo. Hacer un audiovisual cuesta trabajo, dinero, recursos; requiere utilizar al máximo el intelecto en beneficio del bien de la sociedad. Esta serie patentiza que debemos relatar nuestra historia para saber de dónde venimos, q