Las autoridades rusas están convencidas de que las declaraciones beligerantes, las provocaciones militares y el ruido de sables agravan la situación en la península coreana, llevándola a "un punto crítico", ha declarado el viceministro del Ministerio de Exteriores ruso, Ígor Morgulov, a RIA Novosti.
Más allá del "punto crítico" aguardan "un conflicto armado a gran escalacon una probabilidad del uso de armas nucleares", según el vicecanciller ruso.
Plan ruso para resolver conflicto coreano
Asismimo, el vicecanciller ruso señaló que Moscú ha elaborado un documento para contribuir a la solución del problema de Corea del Sur que incluye un esquema de acercamiento de las partes del conflicto para entablar un futuro diálogo sin condiciones previas.
Rusia sugiere moverse "de lo sencillo a lo complejo empezando con cosas obvias", tales como "manifestaciones de contención mutua, ausencia de provocaciones, inicio de negociaciones sobre los principios generales de las relaciones como la no agresión y el rechazo de uso y de amenaza de la fuerza", ha indicado Morgulov.
Otro punto importante para la resolución del conflicto en la península pasa por proporcionar "garantías de seguridad" que conduzcan al rechazo del programa nuclear por parte de Pionyang.
Además, el viceministro del Ministerio ruso de Exteriores hace hincapié en que el problema coreano debe ser resuelto mediante el diálogo, sobre todo entre EE.UU. y Corea del Norte. "Abogamos por la solución integral de todos los problemas de la península coreana solo por medios pacíficos", ha sostenido Morgulov.
Las tensiones en la península coreana han aumentado en los últimos meses a raíz de una serie de pruebas de misiles efectuadas por Pionyang en medio de rumores sobre una nueva posible prueba nuclear.
A finales del pasado mes de abril Washington envió a la península coreana un grupo de combate encabezado por el portaaviones nuclear Carl Vinson. Estados Unidos afirmó que no descarta una acción militar contra Corea del Norte, si bien se centrará en la presión económica sobre Pionyang por medio de sanciones.
Desde 2006 Corea del Norte ha llevado a cabo cinco pruebas nucleares y una serie de lanzamientos de misiles, incluidos los efectuados desde submarinos. Pionyang rechaza las demandas de la comunidad internacional y del Consejo de Seguridad de la ONU para que ponga fin a las pruebas nucleares y de misiles, alegando que responden a la amenaza que representa EE.UU., que tiene desplegados más de 28.000 soldados en Corea del Sur.