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General: La Mujer Cubana en la Historia
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Reply  Message 1 of 16 on the subject 
From: Ruben1919  (Original message) Sent: 11/07/2017 18:15

La Mujer Cubana en la Historia

La Mujer Cubana en la Historia
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Mujer cuan1.jpg
Concepto: La mujer dentro del proceso revolucionario cubano
La mujer Cubana en la Historia. Con la victoria del Ejército Rebelde, el 1 de enero de 1959, después de siete años de enfrentamiento a un gobierno tiránico, que privó de la vida a más de veinte mil cubanos,el protagonismo de la mujer dentro de ese proceso revolucionario cubano, empezó a crecer de un modo notable. En primer lugar, por su vocación de libertad e independencia nacional puesta de manifiesto a lo largo de toda la historia patria y, en segundo lugar, por la alta preparación cultural y política adquirida que ha impulsado una revolución de cientos de mujeres dentro de la Revolución.

Historia

La Revolución Cubana ha permitido a la mujer irrumpir en el mundo laboral, educacional, científico, económico, político y social en igualdad de condiciones. La intensidad de los cambios en la vida de la mujer, en las últimas cuatro décadas, ha sido tan impresionante que no es casual que la temática femenina en Cuba despierte el interés entre los historiadores, sociólogos, periodistas, narradores y público en general de todo el mundo.

Un criterio aproximado sobre el recorrido de la mujer cubana por el largo camino hacia su libertad puede conformarse con el conocimiento de su participación en diferentes momentos históricos de la Cuba ColonialSemicolonial y revolucionaria que han marcado la vida del Pueblo Cubano.



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Reply  Message 2 of 16 on the subject 
From: Ruben1919 Sent: 11/07/2017 18:18

Etapa colonial

La conquista y colonización de Cuba por España, iniciada en los primeros años del Siglo XVI, encontró un muro de rebeldía entre los pacíficos habitantes de la Isla. Un verdadero símbolo de amor a la libertad y la independencia de los cubanos es el sacrificio de Hatuey, el cacique de Quisquella que encabezó la rebelión de los aborígenes en la región oriental de Cuba, el primero de ellos fue quemado vivo en la hoguera por enfrentar el genocidio que cometían los conquistadores.

Los aborígenes de la Isla, prácticamente exterminados, fueron sustituidos por esclavos negros traídos desde África. Ante los horrores de la esclavitud, muchos de esos hombres y mujeres escapaban a las  montañas y cuevas para protegerse. Allí formaban grupos llamados palenques que fueron verdaderos baluartes de libertad para los negros cimarrones. 

Algunos de estos levantamientos que ocurrieron contra los opresores estuvieron encabezados por mujeres, Carlota, una esclava de origen Lucumí, se sublevó el 5 de noviembre de 1843, en el ingenio Triunvirato. Ella dirigió la rebelión que logró extenderse por la provincia de Matanzas llegando hasta los ingenios ÁcanaConcepción, San Lorenzo y San Miguel incluyendo numerosos cafetales y fincas ganaderas. En el ingenio San RafaelCarlota murió combatiendo cuando intentaba  liberar a otros esclavos, que como ella sufrían el maltrato y los abusos de los esclavistas . Como homenaje a esta mujer de sangre africana, la misión internacionalista de Cuba en la República Popular de Angola fue bautizada con el nombre de Operación Carlota

Las ansias de libertad de varias generaciones de cubanos se hacen visibles en el Siglo XIX, ya que el  proceso para la formación de la nacionalidad cubana se fue consolidando entre los criollos. Desde diferentes posiciones, primero reclamaban reformas; luego, la separación de España; hasta que por fin,  triunfan plenamente las ideas independentistas. 

Mujeres que se destacaron en la etapa de 1895

Adela Azcuy Labrador

Adela Azcuy, capitana de Sanidad Militar, que participó en más de 40 combates.

Isabel Rubio

La casa de Isabel Rubio, fue el mayor centro conspirador de la provincia de Pinar del Río y en los campos insurrectos, se dedicó a las labores de sanidad hasta que murió debido a las heridas recibidas en combate.

María Hidalgo

La Heroína de Jicarita María Hidalgo,quien con siete heridas en su cuerpo, no dejó caer la bandera en la decisiva batalla.

Mercedes Sirven Pérez

La comandante Mercedes Sirven Pérez, fue la organizadora de un sistema de suministro de medicamentos a los mambises, esta mujer alcanzó los más altos grados dentro del Ejército Libertador.

Etapa Neocolonial

El 1 de enero del 1899 queda oficialmente constituido el primer gobierno de Ocupación estadounidense en Cuba, que se extendería hasta el 20 de mayode 1902. Según la administración norteamericana, su presencia en el gobierno provisional estaba avalada por el deseo de instaurar el orden en el país, detener la hambruna y contener los brotes epidémicos que de alguna forma iba aparejada a  la obra de devastación y muerte iniciada durante la reconcentración.

Al calor de la lucha contra el tirano, surgen el Frente Cívico de Mujeres Martianas y Mujeres Oposicionistas Unidas. Estas organizaciones femeninas de reconocida trayectoria, no reconocería ninguna transcisición sin  la prioridad fundamental de sus programas. 

Mujeres que se destacaron en la etapa de 1920

Es una época en que las mujeres solo podían expresar sus ideas en un marco muy reducido. Las costumbres, leyes, religión y prejuicios las confinaban a la servidumbre del hogar y le negaban toda posibilidad de desarrollo intelectual. El Gobierno Superior de la Isla de Cuba sostenía como un principio fundamental el hecho de que:

"La mujer debía conocer y realizar todos los quehaceres domésticos, por mucho que las favoreciera la fortuna y después de la observancia de las reglas de la moral, debían de ser estas las ocupaciones más imperiosas de la mujer. Esta debía ser inculcada desde las primeras épocas de la vida y todo lo que aprendieran las niñas en otras ramas de la enseñanza, debía presentárseles como adornos más o menos agradables."

Enriqueta Faber

En abril de 1820Enriqueta Faber, fue la primera mujer en matricular estudios superiores en Cuba, lo hizo enviando una solicitud al Protomedicato de la Universidad de La Habana, con el objetivo de realizar exámenes que avalaran su condición de médico cirujano,conociendo que su condición de mujer no le daría suerte por los prejuicios imperantes en el país, modificó sus datos personales por el de Enrique Faver, natural de Suiza y residente en Baracoa, y aunque en los exámenes logró ser aprobada, a Enriqueta se le retiró deshonrosamente su condición de médico al comprobarse que era una mujer.

Gertrudis Gómez de Avellaneda y Luisa Pérez de Zambrana

Gertrudis Gómez de Avellaneda y Luisa Pérez de Zambrana, tuvieron preceptores o fueron autodidactas, porque no podían acceder a las aulas universitarias. En ocasiones, la mujer no tenía ni el derecho a estudios elementales sobre todo si su piel era oscura.



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From: Ruben1919 Sent: 11/07/2017 18:18

Ana del Toro

En 1827,por su color de piel, las autoridades españolas le negaron el permiso solicitado por la mulata Ana del Toro para abrir una escuela "para niñas de color".

Doña Mercedes Riba y Pinós

El 6 de septiembre de 1883, ocurre un hecho extraordinario en la Universidad de La Habana, se le permite hacer su matrícula a Doña Mercedes Riba y Pinós, para estudiar Filosofía y Letras. En la década del 90, solo 10 mujeres aparecen matriculadas y graduadas en este centro de altos estudios.

Ana Betancourt de Mora

Ana Betancourt fue seleccionada para dirigir a los principales jefes de la Guerra independentista. La patriota camagüeyana expresaba: "Ciudadanos: la mujer cubana en el rincón oscuro y tranquilo del hogar esperaba paciente y resignada esta hora sublime en que una revolución justa rompe el yugo y le desata las alas. Aquí todo era esclavo, la cuna, el color y el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna peleando hasta morir. Habéis destruido la esclavitud del color emancipando al siervo. ¡Llegó el momento de libertar a la mujer!"

El Presidente de la República en ArmasCarlos Manuel de Céspedes expresó a los patriotas allí reunidos que la historia habría de reconocer el hecho de que una cubana se había anticipado a su siglo pidiendo la emancipación de la mujer. 

Mariana Grajales

Mariana Grajales, la madre de los Maceo, fue un símbolo del valor y la generosidad de la Mujer cubana, aguerrida combatiente que inculcó a todos sus hijos los ideales de independencia y lucha contra el dominio español a que era sometida la isla de Cuba.

María Cabrales, Amalia Simoni y Bernarda Toro

María CabralesAmalia Simoni y Bernarda Toro acompañaron a sus esposos a la manigua, los que ocupaban los cargos de generales del Ejército Libertador en los campos de batalla, afrontando graves peligros para ellas y sus hijos.

La Bayamesa

La esclava negra, Rosa, La Bayamesa, alcanzó los grados de capitana participando activamente en las cargas al machete.

Carmita Cancio

La Negra, Carmita Cancio,era colaboradora de Carlos Manuel de Céspedes que transportaba armas, alimentos y mensajes a los mambises.



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From: Ruben1919 Sent: 11/07/2017 18:19

Emilia Casanova

Emilia Casanova, fundadora de clubes patrióticos, en la emigración, quien atesoraba cartas escritas por Giuseppe Garibaldi en las que este le habla de su apoyo a las luchas por la libertad de Cuba

En esta etapa de la  historia resulta significativo la notable incorporación femenina al trabajo asalariado, la explicación está dada por la carencia de brazos masculinos a partir de la contienda de 1868-1878 que obligó a la patronal a incorporar en sus talleres, sobre todo en las tabaquerías, a un gran número de viudas y huérfanas.

Mujeres que se destacaron en la etapa de 1953

Melba Hernández y Haydee Santamaría

Melba Hernández y Haydée Santamaría participaron en los asaltos a los cuarteles militares Moncada y Carlos Manuel de Céspedes el 26 de Julio de 1953.

Gracias a la tenacidad y paciente labor de estas mujeres, el Pueblo cubano pudo conocer La historia me absolverá, el extenso discurso de autodefensa en el que Fidel Castro, transformado en acusador, denunció los crímenes de la tiranía y expuso el programa revolucionario de los jóvenes asaltantes. El lider de la Revolución Cubana  les hizo llegar, por las vías más ingeniosas, el histórico documento desde el llamado Presidio Modelo de Isla de Pinos.Ellas rescataron, línea a línea, el histórico alegato. Melba Hernández ,por su parte, tuvo la responsabilidad de mecanografiar el texto y de garantizar la impresión y distribución de la valiosa Arma política.

El 25 de noviembre de 1956, Melba Hernández está entre los que despiden, en el puerto de TuxpanMéxico, a los expedicionarios del Yate Granma.

Haydee Santamaría heroína de la lucha revolucionaria, presidió la Casa de las Américas desde su fundación hasta 1980, año en que fallece.



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From: Ruben1919 Sent: 11/07/2017 18:19

María Antonia Figueroa

La maestra santiaguera María Antonia Figueroa, también se incorpora al movimiento 26 de julio, encabezado por Frank País García.

Celia Sánchez Manduley

La manzanillera Celia Sánchez Manduley, organizó la recepción de los expedicionarios y su traslado a la Sierra Maestra.

Vilma Espín, María Antonia Figueroa,Asela de los Santos y Gloria Cuadras

Participan en el asalto al Cuartel Moncada

Vilma Espín junto a Celia Sánchez llegaron a la Sierra Maestra el 16 de febrero para participar en la primera reunión nacional entre los dirigentes de la Sierra y el Llano. Celia y Haydée se incorporan a la lucha en las montañas, desde donde salen en diferentes ocasiones para cumplir misiones de alto riesgo. Poco a poco, crece el número de mujeres que decide permanecer todo el tiempo en la guerrilla cumpliendo con disímiles tareas. 

En 1958, se hace realidad el deseo de un grupo de guerrilleras: formar un pelotón femenino para participar en los combates. El jefe del Ejército Rebeldetuvo que discutir largamente con muchos oficiales de la guerrilla que no estaban de acuerdo en darle armas a las mujeres cuando eran escasas y la mayoría de las veces no alcanzaban para los hombres. El jefe guerrillero logró convencerlos y personalmente las preparó y entrenó al pelotón femenino Mariana Grajales, e incluso lo designó para que fueran su guardia personal. El ejemplo de las Marianas echó por tierra los falsos conceptos de quienes aún no creían en la capacidad y el valor de las mujeres en la contienda.



Reply  Message 6 of 16 on the subject 
From: Ruben1919 Sent: 11/07/2017 18:20

Etapa revolucionaria de 1959

Muchas de las mujeres que se destacaron en la etapa de 1953, continuaron su labor mucho tiempo después del triunfo de la Revolución Cubana.
En agosto de 1960, las organizaciones femeninas del país se reúnen para fundar la Federación de Mujeres Cubanas, organización encargada de borrar toda forma de discriminación de la mujer, como justa respuesta a sus anhelos de justicia social y dignidad humana. Las tareas de la organización se encaminaron, desde el primer momento, a favorecer la preparación plena de la mujer y su participación en todas las esferas de la sociedad.

En el informe central del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, el líder de la Revolución Cubana reconoció el papel desempeñado por la Federación de Mujeres Cubanas, cuando expresó: "La mujer cubana, doblemente humillada y relegada por la sociedad semicolonial, necesitaba de esta organización propia, que representará sus intereses específicos y que trabajará por lograr su más amplia participación en la vida económica, política y social de la Revolución". En el perfil estadístico de la Mujer Cubana en el Umbral del Siglo XXI publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas, se recogen datos factológicos actuales que reflejan similitud en la incorporación de hembras y varones en la enseñanza primaria y en el primer nivel de la enseñanza secundaria. Sin embargo, a partir del segundo nivel, es decir preuniversitario, tiende a crecer la participación de las hembras tanto en la matrícula como en la retención escolar. La tendencia ha aumentado por años, sobre todo en el Bachillerato donde su número casi duplica al de varones, quienes por diferentes razones prefieren matricular en los cursos de Educación Técnica y Profesional.

La mujeres cubanas ocupan altos cargos de dirección

Después del triunfo revolucionario, la igualdad de derechos de las mujeres cubanas  en el acceso al trabajo asalariado y a la educación,  había alcanzado altos niveles de ocupación laboral. Así los datos muestran que, en 1981, el 31,2% de los ocupados eran mujeres; este índice se eleva a 43,2% en el año 2000. La estructura ocupacional de hombres y mujeres también se modificó de modo sorprendente, por ejemplo, ya en el 1981, las mujeres ocupan el 55% del total de los trabajadores profesionales y técnicos del país. En el año 2000, el nivel de ocupación femenina en la categoría de profesionales y técnicos se elevó hasta el 66,4%.

Aproximadamente un tercio de los cargos de dirección están ocupados por mujeres, lo que le permite participar en la toma de decisiones al más alto nivel. En junio del 2004:

La destacada participación de la mujer en la obra de la Revolución, su emancipación económica, política y social, y el lugar ascendente en la sociedad no ha limitado su papel en el seno familiar. No ha dejado de ser madre ni esposa. Es la doble jornada, que nos ha correspondido desempeñar a las mujeres cubanas en estas cuatro décadas de Revolución. 

Logro de la revolución en 1961

Mujer cubana 2.jpg
La mujer comenzó a destacarse desde los primeros meses del año en la ciudad de La Habana y se llamó Plan de Educación para Campesinas Ana Betancourt.

La fundación de esta escuela fue idea de Fidel y se instaló en el mismísimo Hotel Nacional de Cuba, cara a cara con el Malecón habanero. Miles de muchachas, procedentes de las áreas rurales, recibieron clases de corte y costura, superación cultural y una preparación esencial que las capacitaba para actuar como agentes impulsores de los cambios sociales en sus comunidades.

Si la Campaña Nacional de Alfabetización tuvo el valor enorme de enseñar a leer y escribir a más de 700 mil personas en pocos meses; al proyecto de las Ana Betancourt estaba encargado de dotar a las mujeres de los campos no solo de conocimientos en letras y números, sino de herramientas para entender y emplear los cambios que la Revolución ponía en sus manos.

Fuentes


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From: Ruben1919 Sent: 11/07/2017 18:36

La mujer revolucionaria antes de la Revolución cubana: logros y vicisitudes

Por María del Mar López-Cabrales. Colorado State University

Introducción

En una entrevista que me concedió en su casa en Miramar (La Habana) la recientemente fallecida estudiosa y crítica de la literatura cubana, Nara Araújo, en julio de 2004, me comentó un hecho trascendente para tener en cuenta al acercarnos a la historia de la lucha de la mujer cubana desde los comienzos hasta la actualidad. Con respecto a mi comentario sobre la ausencia de producción literaria femenina durante la Revolución1, Araújo explicaba que esta se debía más al desarrollo cultural del país que al menosprecio de la escritura de la mujer:

El feminismo en Cuba es muy de vanguardia y tuvo en los primeros años del siglo xx conquistas muy importantes. […] hubo feminismo de izquierdas pero, con el triunfo de la Revolución, esa lucha del feminismo anterior, que tenía que ver con los derechos de la mujer en una sociedad burguesa, no desaparece […] sino que se incorpora a un proyecto general de nación. (López-Cabrales 53)

Araújo, en esta misma ocasión, indicaba que, definitivamente, durante la Revolución, el feminismo se veía como algo asociado a lo imperial, y que era un discurso que no tenía razón, porque si la Revolución se encargaba de darle todo a la mujer2, no se veía necesario hablar de feminismo ya que el objetivo principal de la Revolución era la lucha de clases (López-Cabrales 54).

No obstante, a pesar de esta ausencia de creación de un discurso teórico feminista a partir del triunfo de la Revolución, no podemos negar que todas estas medidas tomadas para garantizar la participación total de la mujer en el proceso revolucionario cubano fueron, en cierta medida, influidas por las luchas sociopolíticas de las sufragistas y feministas que no cejaron en su intento de darle voz y voto a la mujer cubana desde comienzos del siglo xix.

En una entrevista realizada en el año 2005 a Julio César González Pagés3, Alina Martínez Triay le preguntaba sobre el comienzo de la lucha por el voto femenino cubano y el profesor cubano le recordaba que, ya desde el siglo xix, el club revolucionario Esperanza del Valle, de Cienfuegos, fundado en 1896 y presidido por Edelmira Guerra, realizó el primer pedido de sufragio del que se tiene referencia entre los llevados a cabo por las mujeres cubanas como parte de una agrupación femenina. Otras sufragistas destacadas de la época fueron la pedagoga María Luisa Dolz, y la escritora Aurelia Castillo (1).

No obstante, como comenta González Pagés en esta misma entrevista, la lucha femenina por el derecho al voto estuvo estrechamente ligada al movimiento feminista. En 1912 fue creado en La Habana el Partido Nacional Feminista, presidido por Amalia E. Mallén de Ostolaza. Esta asociación, además del voto a la mujer, también tenía en su agenda otras muchas reivindicaciones para las mujeres trabajadoras, lo cual nos confirma que, aunque la lucha «feminista» sea después silenciada como tal por la Revolución por su impronta burguesa o imperial –en contra de los ideales marxistas—, las cubanas que protagonizaban protestas y organizaban congresos feministas en las primeras décadas del siglo xx, poseían una conciencia social que iba más allá de su estatus y clase.

González Pagés incluso llega a afirmar que «estas primeras sufragistas eran objeto de burlas por algunos, que las tildaba de «marimachas», sus sedes y publicaciones fueron atacadas y hasta una de estas luchadoras fue violada, pero a pesar de esta campaña de descrédito se mantuvieron en sus posiciones» (Martínez Triay 1).

A esta lucha infatigable, a la creación de El Club Femenino de Cuba en 1918, de la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba en 1921 y, en concreto, a los dos congresos de mujeres que se celebraron en La Habana en 1923 y 1925, quisiera dedicar mi artículo, ya que fueron el origen del debate sobre el sufragio femenino en el ámbito nacional cubano. Las ideas progresistas y pluralistas debatidas en estos congresos supusieron una base inestimable para el futuro de la mujer cubana, su lucha por la igualdad y en contra de la discriminación que muchas sufrían no solo por su género, sino también por su condición racial y social.



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From: Ruben1919 Sent: 11/07/2017 18:37

El movimiento sufragista de mujeres en Cuba. El Club Femenino de Cuba y la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba

Julio César González Pagés comenta que:

El movimiento sufragista de mujeres en Cuba surge en la primera década del siglo xx para luchar, fundamentalmente, por la obtención del voto femenino4. Las organizaciones que se crearon para desarrollar este programa, no solo abordaron los problemas de la igualdad política sino también otros de carácter social y laboral, tales como el divorcio y la patria potestad, lucha que culminó con la aprobación de la Ley de la Patria Potestad en 1917 y la Ley del Divorcio en 1918, que tuvieron la primacía en Cuba antes que en el resto de los países de Hispanoamérica. La concesión del derecho al sufragio en 1919 por muchos países participantes en la Primera Guerra Mundial incidió también en la ampliación del programa de lucha de este movimiento. Estas nuevas ideas se manifestaron con el surgimiento del «Club Femenino de Cuba», vanguardia del discurso de la emancipación y promotor del surgimiento de la «Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba», la que convocó a los dos congresos de mujeres que se celebraron en La Habana en 1923 y 1925, eventos de gran pluralidad de ideas y difusores principales del debate sobre el sufragio femenino en el ámbito nacional. (González Pagés 2009,1)

En cuanto a la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba y el Club Femenino de Cuba se comenta que fueron el primer intento de unificación de las mujeres en Cuba. Julio César González Pagés y Leonardo Tur Broche afirman en un artículo que:

[…] la creación el 3 de julio de 1918 de la organización Club Femenino de Cuba fue un paso significativo en las aspiraciones de crear otro tipo de asociación involucrada con otras de iguales fines en el mundo (Keaditor, 1971). El conocimiento de la procedencia social y económica de sus dirigentas nos permite calificarlas como un grupo heterogéneo integrado por periodistas, intelectuales, abogadas y maestras, quienes tuvieron desde su inicio la mirada recelosa de otras organizaciones que no perdonaban un desliz. (González Pagés y Tur Broche 1)

Para estos autores, el Club Femenino de Cuba fue una organización que desarrolló una intensa actividad por los derechos de las mujeres:

[…] encabezando importantes campañas favorables al sufragio femenino, reivindicaciones para las trabajadoras, asistencia social y otras. El 30 de noviembre de 1921, por iniciativa del Club Femenino, se crea la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba (FNAF), la cual tuvo como principal objetivo: «Fomentar la unidad entre las asociaciones femeninas, procurando afianzar una organización que tenga como nexo la comunidad de intereses y afinidad de aspiraciones». Este afán unitario también lo animaba la posibilidad de tener una mayor representatividad en los congresos internacionales femeninos, los cuales exigían una organización previa a nivel nacional. (González Pagés y Tur Broche 2)

Algunas de las acciones que se desarrollaron por parte del Club Femenino de Cuba fueron más allá que las realizadas por otras organizaciones de mujeres cubanas anteriores, ya que el Club Femenino de Cuba:

[…] fundó escuelas nocturnas para obreras y otras para la enseñanza del comercio; creó la primera institución formadora de niñeras que funcionó en el país. También le pidió al gobierno importantes leyes, como la de la silla, que le permitiría a las empleadas que trabajaban más de 6 horas disponer de estas para cuando no fuera necesario permanecer de pie; la ley del 50% de empleadas donde se vendían artículos femeninos, y otras de carácter social, como la lucha contra la mendicidad infantil, las drogas y la prostitución. (En busca de un espacio… 62)



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From: Ruben1919 Sent: 11/07/2017 18:38

Pero sin duda, una de las acciones más significativas de este grupo fue «la creación de la cárcel de mujeres de Guanabacoa, donde se reeducaban reclusas, a las que se les ofrecían cursos de instrucción primaria, y de corte y costura, además de garantizarles camas, ropas y alimentos». (En busca de un espacio… 62)

En 1921, por iniciativa del Club femenino de Cuba, se creó la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba (FNAF) que estaba compuesta por cinco asociaciones: Club Femenino de Cuba, Congreso Nacional de Madres, Asociación de Católicas Cubanas, Asociación Nacional de Enfermeras y Comité de la Creche Habana Nueva. En total contaban con ocho mil mujeres afiliadas.

El discurso de esta Federación transgredía la forma tradicional de representación de las mujeres cubanas, situándolas a niveles de integración parecidos a los que los hombres acostumbraban; sin dejar de resaltar la maternidad y sus roles de participación tradicional: marital y maternales, como punto fundamental del reglamento constitutivo. La FNAF, a propuesta de su presidenta Pilar Morlón de Menéndez, acordó la celebración anual de un congreso donde «pudieran tomar parte todas las mujeres de Cuba, fueran o no asociadas, para exponer allí su intelectualidad, cambiarse de impresión sobre todos los asuntos de importancia para la mujer» (Memoria del Primer Congreso, 1924). El día 11 de octubre de 1922, se determinó en sesión extraordinaria, celebrar un congreso nacional, el cual constituyó la primera experiencia de este tipo para América Latina. (González Pagés y Tur Broche 3)

Primer (1923) y Segundo (1925) Congreso Nacional de mujeres en Cuba

En su artículo «Construcción de la ciudadanía femenina cubana a inicios del Siglo xx. Influencias del Sufragismo y el Feminismo (1898-1925)», así como en su libro En busca de un espacio: Historia de mujeres en Cuba, Julio César González Pagés da cuenta de los dos congresos organizados por la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba y el Club Femenino de Cuba, eventos históricamente trascendentales para el estudio de la lucha de la mujer cubana, ya que en los mismos se sembrarán las semillas de lo que posteriormente será la «revolución dentro de la revolución», denominación que el mismo Fidel Castro dio al cambio drástico que tenían que dar las mujeres cubanas y a la necesidad de su participación activa en todos los ámbitos de la sociedad para que se produjera el verdadero triunfo del proyecto revolucionario después de 1959.

En cuanto al primer Congreso (1923) se sabe que la participación «fue abierta a todas las organizaciones femeninas del país a partir de cuatro bases que debían ser cumplidas y en las que se exhortaba a no emitir criterios desfavorables contra el feminismo o el sufragismo y a no hacer proselitismo religioso o político» (En busca de un espacio… 63).

El Comité Ejecutivo del Congreso estuvo presidido por Pilar Morlón de Menéndez, quien fue secundada por un multifacético grupo de mujeres de las diferentes organizaciones y regiones del país (Memoria del Primer Congreso, 1924: 7-21). Gonzáles Pagés comenta que:

El Primer Congreso Nacional de Mujeres se reunió en la Academia de Ciencias de La Habana, del 1 al 7 de abril de 1923 […]. En el acto inaugural, celebrado el domingo 1 de abril, a las nueve de la noche, en el Teatro Nacional, y ante una concurrencia que lo abarrotó, Pilar Morlón pronunció un discurso donde ella misma explicaba la revolución que se estaba produciendo en Cuba:

Una revolución, sí, efectivamente es, revolución pacífica o evolución, no importa el nombre, pero algo nuevo, algo desconocido entre nosotros, donde hasta hoy la mujer tuvo sus actividades limitadas a un papel humildemente pasivo, algo cambiado inexorablemente en la marcha habitual de nuestras cosas [...] Es ésta nuestra Revolución. (Memoria del Primer Congreso, 1924: 29)

Las palabras de Morlón no estuvieron lejos de lo que pasó, se habló de temas ecológicos, nacionalistas, sociales, políticos, económicos y de legislación obrera. (En busca de un espacio… 64-65)

Las ponencias oficiales al Congreso fueron distribuidas en diferentes temas, el primero dedicado al derecho al voto para las mujeres. La primera de las ponencias, titulada «Sufragio Femenino», fue expuesta por Pilar Jorge de Tella, en un emocionado discurso, y era tan alto el tono de su voz que se oía en la calle. En ella puntualizó que: «[...] nadie ignora que el sufragio es la garantía reafirmadora de la personalidad del individuo» (Memoria del Primer Congreso, 1924: 347), (En busca de un espacio… 65).

Otras tres intervenciones se defenderían con igual nivel de pasión, llegando a calificar la exclusión de la población femenina como una «inmoralidad social» (Memoria del Primer Congreso, 1924: 354). La más orgánica de las ponencias presentadas fue la de Hortensia Lamar, aplaudida delirantemente con gritos de «¡Voto para la mujer!». Ella afirmaría que el sufragismo no era la desviación del feminismo, sino una modalidad que permitiría «la igualdad política en la ciudadanía» (Memoria del Primer Congreso, 1924: 365), (En busca de un espacio… 66).



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From: Ruben1919 Sent: 11/07/2017 18:38

El tema del sufragio femenino fue el punto en el que coincidieron todas las ponentes de este Primer Congreso Nacional de Mujeres en Cuba. De las conclusiones aprobadas aquí, la primera fue:

[…] que se emprenda por todas las mujeres de la República una campaña intensa para obtener el voto, como primera medida de profilaxis social. (Memoria del Primer Congreso, 1924: 474)

y la última:

Trabajar intensa y eficazmente, con todos los medios lícitos a nuestro alcance y sin contraer compromisos con ningún partido para obtener el derecho al sufragio. (Memoria del Primer Congreso, 1924: 474) (En busca de un espacio… 66)

El Primer Congreso Femenino llamó la atención de la prensa en general y permitió que un importante grupo de mujeres empezara a realizar un nuevo tipo de periodismo alejado de los «recetarios de cocina y atenciones domésticas» (de la Torriente, 1985: 157).

El Segundo Congreso Nacional de Mujeres, celebrado del 12 al 18 de abril de 1925, en el mismo lugar en el que se realizó el anterior, contó con la presencia del presidente electo (Machado). Este hecho, a pesar de ser criticado con posterioridad, ha de ser entendido políticamente, ya que las sufragistas veían que la presencia de Machado daba esperanza a que se produjera el tan deseado sufragio femenino, el cual fue la demanda central de este Segundo Congreso5.

El tema del sufragio femenino fue encarado de una manera apasionada por parte de las líderes sufragistas Amalia Mallén, María Collado y Ana Batallé. Por otro lado, hubo muchas presentaciones que ahondaron el tema de una manera más orgánica y reflexiva, como las de las abogadas Graziella Barinaga y Ángela Zaldívar (En busca de un espacio… 67).

La ponencia de María Collado fue una de las mejores recibidas cuando expresó:

El voto es, señoras congresistas, un arma poderosísima en las manos de quien sabe ejercitarlo, él es también como un lazo de unión entre el ciudadano y la patria. Por mediación del voto demuestra el elector su civismo, su amor al suelo en que nació y su preparación para la vida pública, pues según él sepa elegir, demostrará que sabe sentir, que sabe pensar y que sabrá mantener, por sobre toda consideración, el amor a su bandera. (Memoria del Segundo Congreso, 1925: 550) (En busca de un espacio… 67)

Según González Pagés, «la ponencia de Barinaga y Zaldívar tenía un interrogante en su título: «¿Es la cubana súbdita o ciudadana?», en el que se cuestionaban la ciudadanía política de las mujeres. «¡Súbditas de un Estado soberano, ciudadanas de un Estado independiente, el pueblo de Cuba no se opone a concedernos el derecho del sufragio, sólo nos falta la capacidad política!» (Memoria del Segundo Congreso, 1925: 550). Las palabras finales de Zaldívar fueron para pedir que las mujeres siguieran «serenas y tranquilas» ante la ignorancia de los hombres que las excluían; «[…] no podemos pretender que los seres hagan gala de aquello que les falta [...] el dique no detiene la corriente que puede derribarlo o que lo salta» (Memoria del Segundo Congreso, 1925: 576) (En busca de un espacio… 68).

Es curioso resaltar el tono de las reuniones de este Segundo Congreso, el cual estuvo caracterizado por la pasión de sus ponentes, quizás por la certeza de que el derecho al voto para la mujer cubana estaba cercano, lo cual produjo desmayos, gritos y todo tipo de comportamientos vehementes. «La Junta de Gobierno de la Academia de Ciencias decidió no ceder más sus salones de actos [...] para evitar ataques histeriformes de damas» (CEMCYT, 1923-1925: 127) (En busca de un espacio… 69). Esta decisión, sin duda, fue otro hecho que demostraba la discriminación a la que la mujer cubana se veía sometida, ya que en los hemiciclos de la Cámara de Representantes y en el Senado está comprobado históricamente que la conducta de los políticos no estaba lejos de lo que se presenció en este Segundo Congreso Nacional de Mujeres en Cuba.

Una de las polémicas de este congreso se debió a la presencia de organizaciones religiosas para criticar temas como el del reconocimiento de los hijos ilegítimos, lo cual hizo que El Club Femenino y las delegadas de tres provincias se retiraran del mismo (Domínguez, 1971: 73-79). Pero no podemos olvidar que este Segundo Congreso se destacó por la presencia de la mujer negra trabajadora, representada por Inocencia Valdés, así como por la condena contra el aumento de la pornografía en Cuba (En busca de un espacio… 70).

González Pagés documenta que este congreso no estuvo caracterizado por la unidad de opiniones, sino por la diferencia y, en algunos casos, la oposición y el descontento, hechos, por otro lado, como explicó la presidenta Pilar de Morlón, que demostraban que el movimiento sufragista en Cuba estaba vivo y que, como mujeres, estaban creciendo.

En el discurso de clausura de este Segundo Congreso Nacional de Mujeres en Cuba, la presidenta del evento, Pilar Morlón, comentó muy acertadamente:

Indudablemente todas no pensáis de igual modo, pero eso no es un mal. No dais vuestra adhesión a los mismos sistemas, pero tampoco eso es un mal. No es un mal otorgar su preferencia a unos métodos sobre otros. Tanta variedad en el pensamiento es signo de vitalidad y no sólo no es malo, es bueno, es útil. (Memoria del Segundo Congreso, 1925: 576) (En busca de un espacio… 70)

Desde la celebración de este congreso hasta el término de la etapa machadista (1933), el tema del sufragio femenino dividió a las mujeres cubanas dependiendo de si estas apoyaban o no al dictador. Cuando Machado escapó se produjo un caos total en el país y hubo que esperar hasta el gobierno del doctor Ramón Grau San Martín para que se anularan todas las medidas tomadas durante el gobierno machadista (incluyendo el derecho al voto femenino restringido). Sin embargo, el gobierno de Grau San Martín se caracterizó por la toma de medidas liberales y progresistas. La última sería favorable para las mujeres:

De forma sorpresiva, poco antes de verse obligado a renunciar a la Presidencia de la República por la posición de la nueva dictadura batistiana, […] el presidente Ramón Grau San Martín, por decreto ley de 10 de enero de 1934, otorgó a las mujeres el sufragio sin restricciones. (En busca de un espacio… 92-93)

Conclusión

Para terminar me gustaría citar las palabras de la estudiosa cubana María Elena Calderín cuando en su artículo sobre los antecedentes del movimiento femenino cubano dice:

El movimiento feminista en Cuba, nacido en las primeras décadas del siglo pasado, cumplió un papel revolucionario al permitir la obtención de importantes reivindicaciones en fechas muy tempranas, tales como la Ley de la Patria Potestad (1917), La ley del Divorcio (1918) y la Ley del Sufragio Femenino (1934)6. […] Otras conquistas han logrado las mujeres cubanas en todos los ámbitos de la vida nacional a partir del triunfo de la Revolución (1959). Durante el octavo congreso de la Federación de Mujeres Cubanas […] la labor fundamental de sus casi cuatro millones de afiliadas dista mucho de aquellos reclamos de principios del siglo pasado. Ahora su labor primordial es perfeccionar el trabajo de dirección a los niveles de base, involucrar en cada una de sus metas a las jovencitas, que serán, en definitiva, las continuadoras de aquella pléyade de valientes cubanas que se enfrentaron a las retrógradas ideas de su época e hicieron una Revolución. La Federación Nacional de Mujeres Cubanas, presidida, desde su nacimiento por la desaparecida Vilma Espín, no es más que el legado y la continuación de aquellas ideas por la reivindicación de la mujer (1).

De ahí el título de este texto, «La mujer revolucionaria antes de la Revolución cubana: logros y vicisitudes». Podemos decir que estas cubanas de principios del siglo xx fueron las primeras mujeres revolucionarias del país por su lucha sufragista y en contra de muchas de las discriminaciones que sus congéneres sufrían en este tiempo. Esta antorcha luego sería retomada por la Revolución que seguiría implementando medidas para favorecer a la mujer cubana en todos los ámbitos de su vida. Las sufragistas y feministas de comienzos del siglo xx fueron las madres de otras heroínas de la patria como Melba Hernández, Celia Sánchez y Vilma Espín, presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Cubanas hasta su muerte en el año 2007.

La Federación Nacional de Mujeres Cubanas es la entidad revolucionaria que más ha hecho por la mujer cubana desde su formación el 23 de agosto de 1960. Cuenta en sus filas con aproximadamente 3.600.000 afiliadas, superiores a los 14 años de edad. La Federación, cada cinco años, celebra un congreso —al igual que hicieron sus «madres», las primeras sufragistas—, el cual es el órgano máximo de dirección en el que se discuten los resultados del trabajo, se adoptan nuevas estrategias y programas, y se elige su Comité Nacional y su secretariado. Sin la capacidad organizativa y el trabajo de las sufragistas y feministas cubanas de principios del siglo xx, sin la semilla que ellas sembraron, no hay duda de que el trabajo que realizó la Revolución por la mujer cubana posteriormente habría sido mucho más arduo. Por esto, creemos firmemente que hay que reconocer el esfuerzo y rendir homenaje a las fundadoras y luchadoras femeninas sufragistas de la Cuba de antes de 1959, puesto que ellas también fueron revolucionarias en toda regla.

Bibliografía

  1. Asociaciones Femeninas. La Habana: Fondo Registro de Asociaciones del Archivo Nacional de Cuba (ANC), 1902-1958.
  2. Astelarra, Judith. Participación política de las mujeres. Madrid: Siglo Veintiuno de España Editores S.A., 1990.
  3. Borrero, Dulce Maria. Discurso. La Habana: Imprenta y Papelería de Rambla, 1938.

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From: Ruben1919 Sent: 12/07/2017 22:39
Las mujeres en la Revolución cubana socialista ....

idel: “La mujer es una Revolución dentro de la Revolución”

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Junto a Vilma Espín, fundadora y presidenta de este movimiento, durante la constitución de la Federación de Mujeres Cubanas, (FMC) surgida de la unidad de todas las organizaciones femeninas existentes en el país. "Día histórico y prometedor", le llamó Fidel, 23 de agosto de 1960. Foto: Sitio Fidel Soldado de las Ideas/Instituto de Historia de Cuba.

Junto a Vilma Espín, fundadora y presidenta de este movimiento, durante la constitución de la Federación de Mujeres Cubanas, (FMC) surgida de la unidad de todas las organizaciones femeninas existentes en el país. “Día histórico y prometedor”, le llamó Fidel, 23 de agosto de 1960. Foto: Sitio Fidel Soldado de las Ideas/Instituto de Historia de Cuba.

En todo momento Fidel tuvo presente a la mujer, sobre todo a la mujer cubana, a quien consideró un pilar en cada una de las “revoluciones” sociales, culturales, educacionales que tuvieron lugar en nuestro país. Mucho habló Fidel de las mujeres y siempre defendió para ellas un escaño en el Parlamento, en puestos de dirección, y hasta en la vida militar les preservó un espacio.

El Sitio Fidel Soldado de las Ideas, recuerda algunos de los momentos en que Fidel, en discursos, se refirió a la mujer cubana:

“La mujer es una Revolución dentro de la Revolución”

“Trabajar, a organizar y a poner en actividad el espíritu creador, el entusiasmo de la mujer cubana, para que la mujer cubana, en esta etapa revolucionaria haga desaparecer hasta el último vestigio de discriminación; y tenga, la mujer cubana, por sus virtudes y por sus méritos, el lugar que le corresponde en la historia de la patria.”

Palabras en el acto de donde fue creada la Federación de Mujeres Cubanas, 23 de agosto de 1960

“Con la Revolución ha ido desapareciendo una de las formas de discriminación más injusta que había: la discriminación de la mujer, esa de la cual no se hablaba pero que estaba latente, subsistía y pesaba de una manera tremenda sobre la mujer en nuestro país.”

Discurso en la clausura de la Tercera Plenaria Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas, 19 de febrero de 1965  

Yo estoy absolutamente convencido de que la sociedad ganará más en la medida en que sea capaz de desarrollar y aprovechar las calidades, las capacidades morales, humanas e intelectuales de la mujer. Estoy absolutamente convencido. Y precisamente lo que diferencia una sociedad justa, una sociedad socialista de la capitalista, es esto.”

Discurso pronunciado en la clausura del III Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, Teatro Karl Marx, 8 de marzo de 1980

 “(…) la mujer necesita participar de la lucha contra la explotación, contra el imperialismo, el colonialismo, el neocolonialismo, el racismo; en dos palabras: la lucha por la liberación nacional. Pero cuando al fin se alcanza el objetivo de la liberación nacional, las mujeres deben seguir luchando por su propia liberación dentro de la sociedad humana.”

“Claro que las sociedades explotadoras, las sociedades de clases, explotaron a la mujer, la discriminaron y la hicieron víctima del sistema. La sociedad socialista tiene que erradicar toda forma de discriminación de la mujer y toda forma de injusticia y toda forma de discriminación de cualquier tipo.”

Discurso pronunciado en el acto de clausura del II Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, Teatro Lázaro Peña, 29 de noviembre de 1974

 Para ver más imágenes como estas y conocer del ideario y la acción del líder de la Revolución cubana, visite el sitio web Fidel Soldado de las Ideas.

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Junto a Celia Sánchez durante la primera reunión de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio en la Finca de Epifanio Díaz campesino colaborador del Ejército Rebelde, 17 de febrero de 1957. Foto: Sitio Fidel Soldado de las Ideas/ Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.

Junto a Gladys García de Suzarte (Marel), quien le entrega a Fidel un cheque por la suma de 110, 103. 41 pesos correspondientes a la recaudación obtenida por la Gran feria Pro- Reforma Agraria, 1960. Foto: Sitio Fidel Soldado de las Ideas/ Archivo Nacional de Cuba.

Junto a Gladys García de Suzarte (Marel), quien le entrega a Fidel un cheque por la suma de 110, 103. 41 pesos correspondientes a la recaudación obtenida por la Gran feria Pro- Reforma Agraria, 1960. Foto: Sitio Fidel Soldado de las Ideas/ Archivo Nacional de Cuba.

Participa en la clausura del III Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, a su lado Vilma Espín Guillois, Secretaria de la FMC y el General de Ejército Raúl Castro Ruz, 8 de marzo de 1980. Foto: Sitio Fidel Soldado de las Ideas/ Diario Juventud Rebelde.

Participa en la clausura del III Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, a su lado Vilma Espín Guillois, Secretaria de la FMC y el General de Ejército Raúl Castro Ruz, 8 de marzo de 1980. Foto: Sitio Fidel Soldado de las Ideas/ Diario Juventud Rebelde.


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From: Ruben1919 Sent: 12/07/2017 22:42

Las mujeres en la Revolución Cubana

Jugaron un papel fundamental en el éxito del proceso revolucionario y en la lucha por mejora las condiciones de las féminas en la sociedad de Cuba.

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Un grupo de mujeres en la Plaza de la Revolución en la Habana, Cuba.


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From: Ruben1919 Sent: 12/07/2017 22:42

MADRID.- Muchas mujeres jugaron un papel fundamental en la Revolución Cubana y tras la victoria del Ejército Rebelde en 1959, y la llegada al poder del recién fallecido Fidel Castro, el papel y las condiciones de las féminas en Cuba fue a más. Su participación en el proceso revolucionario está presente desde que dio comienzo la revolución en 1953.

En el famoso asalto al Cuartel Moncada en 1953 liderado por un joven Castro, participaron mujeres como Vilma Espín -cónyuge de Raúl Castro-, María Antonia Figueroa, Asela de los Santos -posterior Ministra de Educación- o Gloria Cuadras, enter otras.

Entre las luchadoras cubanas de esta contienda también se encontraban Melba Hernández y Haydee Santamaría. Estas dos fueron las que permitieron que se diera a conocer La historia me absolverá, el conocido discurso que Fidel Castro pronunció en el juicio que se celebró en su contra por los asaltos a lo cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Las dos mujeres redactaron el histórico alegato convirtiéndolo en un texto con gran valor político que posteriormente se utilizaría como el manifiesto del Movimiento 26 de Julio, organización política y militar que sería el germen del futuro Partido Comunista de Cuba. 

Hernández y Santamaría serían, tras el triunfo de la revolución, parte del equipo fundador del Partido Comunista de Cuba y trabajarían para el Estado, la primera como diputada de la Asamblea Nacional y la segunda en el Ministerio de Educación. 

En 1956, la lucha en Sierra Maestra, uno de los escenarios más conocidos de la Revolución Cubana, también contó con guerrilleras del Movimiento 26 de Julio. Haydée participó en la lucha en las montañas, así como Celia Sánchez, quién llegaría a convertirse en 1962 en Secretaria del Consejo de Ministros de Cuba y posteriormente en Ministra de la Presidencia. Junto a ellas, muchas más mujeres participaron en diferentes tareas en Sierra Maestra.

Las mujeres cubanas formarían su propio pelotón guerrillero en 1958, pese al desacuerdo de muchos oficiales de la guerrilla. Fidel Castro insistió en armar y entrenar a mujeres. Se creó así el pelotón Mariana Grajales, que incluso se convirtió en su guardia personal. 

Tras la victoria de la Revolución Cubana en 1959, las organizaciones femeninas del país fundaron en 1960 la Federación de Mujeres Cubanas, organización con el objetivo de acabar con la discriminación de la mujer y buscar la participación de la mujer en todas las facetas de la sociedad. 

Fidel Castro reconoció el papel de esta organización en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba celebrado en 1975, asegurando que "la mujer cubana, doblemente humillada y relegada por la sociedad semicolonial, necesitaba de esta organización propia, que representará sus intereses específicos y que trabajará por lograr su más amplia participación en la vida económica, política y social de la revolución". 

La Revolución Cubana mejoró las condiciones de las mujeres en el país y parte de su éxito fue gracias a sujetos como los aquí citados.



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From: Ruben1919 Sent: 12/07/2017 22:50

Revolución Cubana: Mujer, Género y Sociedad Civil - Viento Sur

www.vientosur.info/documentos/Cuba%20%20Joseba.pdf
de J Macías - ‎Citado por 2 - ‎Artículos relacionados
Joseba Macías •. Ya desde los primeros años de la Revolución cubana, la equidad de género en el ..... la mujer y los códigos, la mujer y el niño, etc. .... Melba Hernández, Vilma Espín, Celia Sánchez, Elvira Díaz Vallina o Zaida Trimiño, ... independencia y ser aplicadas, debían conducir al socialismocubano; sin embargo.

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From: Ruben1919 Sent: 12/07/2017 22:52

El internacionalismo de la revolución cubana y la herencia del Che ...

www.lahaine.org/mundo.php/12_festa_hortera_da_radio_kalimera_homen
16 ago. 2005 - ... independiente de la inteligencia de los países socialistas que nos daban su apoyo, ...Tania vino para Cuba por su amor a la revolución cubana. ... Etc., etc. Cuando triunfó la revolución su idea era venir para Cuba. .... Los conocí gracias a Piñeiro, como también conocí a Raúl Castro, a CeliaSánchez.

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From: Ruben1919 Sent: 12/07/2017 22:54

La revolución y los sillones rotos

 
 
 
 
 
 
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mujer_cubanaPor: Javier Gómez Sánchez

Hoy no es el día de la mujer, ni siquiera es el día de las madres, pero quisiera escribir sobre la presencia femenina. También de cómo nos acostumbramos a estudiar en las escuelas solo los grandes acontecimientos históricos reduciendo un proceso tan complejo como la Revolución Cubana a un puñado de eventos como Girón o la Crisis de Octubre y ni siquiera estos son bien entendidos. No es algo privativo de nuestras escuelas, en todos los sistemas de enseñanza, la historia se reduce a un grupo de frases hechas ordenadas cronológicamente.

Ahora que se habla tanto de la inclusión de la mujer, que se hace contabilidad de cuantos miembros femeninos tiene el Buro Político o el Comité Central. Piensa uno en las mujeres, que si no las únicas si fueron las más conocidas en su participación en la Revolución Cubana: Celia Sánchez, Haydee Santamaría, Melba Hernández, Vilma Espín, Pastorita Nuñez, Teté Puebla, Tamara Tania Bunke.

Otras muchas estuvieron ahí de diversas maneras: Asela de los Santos, Elsa Castro, Lidia Doce, Clodomira Acosta, Zoila Ibarra, Elda Pérez , María Antonia Figueroa, Rebeca Chávez, Isabel Rielo, Mirta Rodríguez, Marcia Leiseca, Marta Rojas, Aleida March, Natalia Bolívar…

En su carta a Fidel el Che recuerda ¨cuando nos conocimos en casa de María Antonia¨

Tanto el Movimiento 26 de julio, como el Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular, tenían participación femenina. Pero esta era limitada por la propia vida que llevaba la mujer de esa época. Las labores conspirativas eran mucho más fáciles para el hombre.

Los hombres trabajaban en la calle, se reunían en un bar a beber, llegaban tarde o pasaban la noche fuera del hogar familiar o matrimonial. Eso formaba parte de lo socialmente aceptado.

Incluso la participación durante el día en reuniones era complicada para las mujeres. Una mujer que anduviera con hombres sin tener un compromiso matrimonial con uno de ellos era vista con cuestionamiento.

Más difícil aún era en las cédulas clandestinas en los pueblos del interior, donde todo el mundo se conocía y se cumplía el dicho: ¨Pueblo chiquito, infierno grande¨.

Una de las propagandas que el régimen batistiano hizo contra los asaltantes del Moncada fue apelar a la mentalidad machista y discriminatoria de la sociedad cubana de la época para mancillar la imagen de las dos únicas mujeres participantes en el asalto.

Los prejuicios estaban tan profundamente arraigados que Silvia Gil, adolescente cuando el Moncada y luego trabajadora de la Casa de Las Américas junto a Haydeé , recuerda lo que pensó cuando escuchó en las noticias que había dos mujeres entre los asaltantes: ¨Deben ser dos prostitutas¨ No se concebía otra manera en que una mujer soltera podía andar lejos de su casa con un grupo de hombres. (1)

Haydee Santamaría decía que de todos los lugares donde se reunían los revolucionarios donde más sentía temor de ser capturada era en los moteles de mala muerte. Esos lugares eran ideales para los contactos cuando los cuadros eran hombre y mujer, pero ella sabía que sería explotado extensamente por la propaganda batistiana.

El machismo también estaba arraigado en las filas revolucionarias.

La propia Haydeé recordaba con frustración su época de combatiente clandestina cada vez que la presentaban a alguien: ¨Yo nunca era Haydeé, siempre era la hermana de Abel o la novia de Boris¨. (2)

En la organización de la caravana de autos que se dirigirían al Cuartel desde la Granja Siboney, Melba y Haydeé fueron peloteadas de un carro a otro, nadie las quería con ellos. Hasta que Fidel Castro logró imponerlas en el último carro.

Celia Sánchez escribió una carta exigiendo ser incluida en el yate Granma. Después de varias evasivas, Frank País terminó por darle la tarea de organizar el recibimiento de la expedición.

Muy pocos saben que Haydeé, con su experiencia del Moncada, logró que Frank cambiara el plan de alzamiento de Santiago incluyendo un esquema de evacuación de todas las fuerzas y evitar así que los revolucionarios se sacrificaran en puntos de la ciudad que se podían volver ratoneras como había pasado con el Hospital Saturnino Lora.

Muchos revolucionarios tenían la intención y convicción de inmolarse, fue ella la que tuvo una visión más lúcida y pragmática de cómo llevar a cabo las acciones revolucionarias. Lamentablemente, por desconocimiento, la mayoría de los cubanos de hoy cree que la participación de estas mujeres en la Revolución se redujo simplemente a ¨estar ahí¨.

El mayor peligro para la existencia del pelotón femenino en la Sierra Maestra no eran las tropas batistianas sino los numerosos capitanes y comandantes rebeldes que consideraban que aquello era un disparate. Otorgar grados a las mujeres no fue costumbre en el Ejército Rebelde. Tal vez no se hizo para evitar exabruptos entre la tropa masculina.

A muchos jóvenes revolucionarios, quienes estaban luchando con mayor o menor conciencia por un cambio social, les era difícil escapar de la dictadura de sus propias familias. Para unos incluso significó una ruptura con ellas. Tomar el camino de la revolución significaba abandonar el ideal burgués del hogar y el matrimonio. Paradójicamente siendo muchos revolucionarios en lo político, no lo eran en otros ámbitos.

El filme Clandestinos lo refleja cuando las mujeres del grupo tienen este diálogo: -¿Yo pensé que tú dormías con Piro? -No, él quiere pero yo no quiero hasta que nos casemos. Yo quiero hacer las cosas como deben ser.

Después del triunfo las responsabilidades otorgadas a las mujeres en la dirección del Gobierno Revolucionario siguieron siendo secundarias hasta muchos años después.

Pero habría que preguntarse: ¿Cuántas mujeres había entre los dirigentes de la Revolución Francesa, de la Revolución de Octubre, de la Revolución China o aquí mismo en la Revolución del 30? La Revolución Cubana comenzó a cambiar el panorama y ya la Revolución Sandinista si tuvo mujeres comandantes.

Personalmente no creo que una mujer sea especialmente mejor o peor que un hombre en labores de dirección u organización. Trato de pensar siempre en las personas como tales más allá de su sexo, así como de su raza, algo para lo que todavía lucho contra los prejuicios que me han sido legados.

Pienso que una mujer puede hacer las cosas tan bien o tal mal como un hombre. Que puede ser igual de eficiente y de honesta como tan inepta o corrupta como un hombre. He trabajado en lugares dirigidos por mujeres que han funcionado muy bien y en otros que han funcionado muy mal. En la misma proporción que si hubiesen estado dirigidos por hombres.

Las miserias y los errores humanos son universales. La virtud también.

En definitiva, estoy escribiendo esto un Día de los Padres.

(1) Haydeé Santamaría. Cuban Revoluctionary. She led by trasgression. Margaret Randall. Duke University Press. 2015

(2) Boris Luis Santa Coloma. Asaltante al Cuartel Moncada. Participó en la ocupación del Hospital Saturnino Lora. Fue torturado y asesinado junto a Abel Santamaría.

Para contactar al autor: javiergosanchez09@gmail.com



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