El presidente de esta agencia, Oscar Schemel, explicó que el 58 por ciento de los encuestados recientemente, piensa que, de llegar al poder la oposición, no podría solucionar la crisis que atraviesa esta nación suramericana.

Schemel ofreció la víspera una conferencia titulada ¿Violencia o Constituyente? en el Archivo General de la Nación, en esta capital, donde explicó que la derecha opositora se vale del descontento popular ante las fallas gubernamentales y las necesidades generadas por el desabastecimiento y la inflación.

Estas condicionantes -agregó-, en gran medida inducidas por la misma oposición a través de la guerra no convencional, se traducen en ganancias políticas que la ultraderecha pretende aprovechar.

'La oposición se alimenta y se beneficia del descontento -subrayó Schemel-, la gente no vota por la oposición, vota contra el desempeño económico, vota contra una gestión que evalúa negativamente, y utiliza a la oposición para castigar o para presionar por soluciones'.

En la última encuesta de junio -precisó-, el 56 por ciento de los venezolanos, a pesar del descontento que existe, preferiría que el presidente Nicolás Maduro pueda resolver los problemas, antes que viniera un gobierno de oposición'.

El presidente de Hinterlaces explicó que el resultado electoral que favoreció a la derecha en los comicios parlamentarios de 2015, se debió a ese voto de la población que exige la solución de las dificultades que atraviesa el país, y en gran medida buscaba presionar con tal fin.

Señaló también que, según una encuesta realizada en enero 2016, cuando la oposición asumía el control del Parlamento, 'más del 60 por ciento consideró que la prioridad de la nueva Asamblea Nacional debía ser contribuir a resolver los problemas económicos del país, y solo el 18 contestó que la prioridad era sacar a Nicolás Maduro de la presidencia'.

El encuestador venezolano enfatizó que la derecha parlamentaria se dedicó desde el primer día a buscar una forma de derrocar al Gobierno nacional, legítimamente electo en comicios nacionales, y contrario a la expectativa popular; a profundizar la crisis económica con intentos de limitar la capacidad de maniobra del presidente Maduro para superarla.

Recordó que, en su discurso de asunción de la presidencia del Parlamento, el dirigente opositor Henry Ramos Allup, expresó su intención de acabar con el gobierno de Maduro y con la revolución Bolivariana, y apoyó se aplicara un bloqueo financiero internacional contra la nación.

tgj/mfm