El vicecanciller de Rusia, Serguéi Riabkov, afirma que su país está dispuesto a mantener el Tratado de Cielos Abiertos con EE.UU., pero no a cambio de concesiones unilaterales.
Las acusaciones de Estados Unidos contra Rusia respecto a las presuntas violaciones del Tratado de Cielos Abiertos "no son nuevas" y Moscú también reclama a Washington "una serie de aspectos" sobre la aplicación de ese acuerdo, ha anunciado Riabkov.
El Tratado de Cielos Abiertos, firmado en 1992 y en vigor desde 2002, permite a sus 34 adscritos realizar vuelos de inspección sobre otros países firmantes para promover la transparencia de las actividades militares, fortalecer la seguridad y desarrollar la confianza entre estados.
La mayoría de los participantes del Tratado de Cielos Abiertos son países miembros de la OTAN, que acordaron no inspeccionarse los unos a los otros, algo que el Ministerio de Exteriores de Rusia estima que "crea desequilibrio de información y […] viola el espíritu" del acuerdo.
Ese pacto obtuvo repercusión en agosto, cuando un avión de observación ruso sobrevoló la Casa Blanca, el Pentágono, la sede de la CIA y una base militar en Maryland. Coincidiendo con un periodo de altas tensiones en EE.UU. sobre la presunta injerencia rusa en las presidenciales de 2016, el vuelo desencadenó una histeria mediáticaen ese país.
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