"Los misiles cayeron cerca del aeropuerto esta mañana. No se registraron víctimas", informó el portavoz del Ministerio del Interior de Afganistán, Najib Danish. Mattis no estaba cerca del lugar de los hechos en el momento del ataque.
El ataque fue reivindicado por los talibanes, que anunciaron que su objetivo era Mattis. El jefe del Pentágono, a su vez, señaló que el ataque es "un crimen contra la humanidad".
Las fuerzas de seguridad están buscando a los responsables del ataque. Al menos un misil cayó en el territorio del aeropuerto. Danish informó que la Policía y las fuerzas especiales han acordonado el área. El aeropuerto ha sido temporalmente cerrado mientras la zona está siendo inspeccionada.
James Mattis y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, llegaron a Kabul este miércoles en una visita no anunciada y ya se reunieron con el presidente afgano, Ashraf Ghani.
Esta es la primera visita oficial del secretario de Defensa a Afganistán desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, decidiera en agosto intensificar la participación estadounidense en el país, devastado por la guerra.
En agosto, Trump ya anunció la estrategia de su país respecto a Afganistán. El mandatario precisó que la salida rápida de las tropas estadounidenses era inaceptable porque dejaría un vacío de poder y señaló que la línea política de Washington no tendrá un enfoque en el tiempo, sino en las condiciones que se encuentren en territorio afgano.
También agregó que no revelaría el número de las tropas desplegadas en la región, ya que "los enemigos de EE.UU. nunca deben conocer nuestros planes o creer que pueden aguardarnos".
En septiembre, Mattis confirmó que más de 3.000 soldados adicionales de EE.UU. se dirigirán a Afganistán como parte de la nueva estrategia de Trump.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, describió la estrategia como un "callejón sin salida", ya que se basa principalmente en el uso de la fuerza. La estrategia también permite negociaciones con los talibanes sin condiciones previas, lo cual es un defecto importante, según el canciller ruso.