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General: Nuevas revelaciones sobre el hallazgo de Santiago Maldonado
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 12/11/2017 13:33
Página/12 accedió a los testimonios de los buzos que encontraron a Santiago Maldonado
Nuevas revelaciones sobre el hallazgo
No había ningún pozo aunque la profundidad del río en ese punto impedía hacer pie a los prefectos. El cuerpo no estaba sumergido ni cubierto de vegetación, sino flotando y apoyado sobre una rama. Pese a su relevancia, el operativo no fue filmado.
Más de 20 buzos y policías participaron del operativo en el que se halló el cuerpo, al mediodía del 17 de octubre.
Más de 20 buzos y policías participaron del operativo en el que se halló el cuerpo, al mediodía del 17 de octubre. 
Imagen: Gustavo Zaninelli

El sector del río Chubut donde fue encontrado el cuerpo sin vida de Santiago Maldonado tenía mayor profundidad que la media de ese curso de agua, y si bien los buzos que lo hallaron no hacían pie, esto no implica que hubiera allí pozo alguno. De hecho, doce personas, del total de 22 buzos y policías que participaron del procedimiento, coincidieron en que el cuerpo no estaba sumergido sino flotando, apoyado o “atajado” por la rama de un sauce. De la docena de declaraciones testimoniales a las que accedió PáginaI12 surge que el momento del hallazgo del cuerpo, a las 12.25 del 17 de octubre, por parte del correntino Rodolfo Altamirano no fue filmado, y sólo estaban presentes los buzos de la Prefectura Naval. A la espera de los resultados finales de la autopsia que estarían a fin de mes, y ante el indicio preliminar de que Maldonado habría muerto por ahogamiento, la versión oficial difundida por algunos medios se apresuró a concluir que esto sucedió en un hoyo de dos metros y medio. Es decir, no lo habrían visto antes porque estaba en ese pozo, pero en ninguna de las fojas que contienen la reconstrucción de los hechos se menciona la palabra “pozo”.

“Veo un bulto en el margen derecho, al llegar toqué la parte que flotaba, era la espalda. El cuerpo estaba apoyado sobre una rama, no agarrado, recostado sobre ella en la parte lateral del torso, del lado izquierdo y boca abajo”, dijo Altamirano en su declaración del 31 de octubre. “El cuerpo estaba como apoyado en un sauce, que hacía una especie de tope para que el cuerpo no navegue”, dijo el buzo rescatista Marcos Montaña. Los relatos de los mapuches, la familia y la abogada Verónica Heredia dicen lo mismo: el cuerpo apareció flotando, no estaba sumergido ni fue desenganchado del fondo, como sugería la nota publicada por un matutino el 2 de noviembre. “Fue detallado (por los buzos a los que no identifica) que el cuerpo estaba en un pozo superior a los 2,4 metros, cubierto de vegetación, entre ramas de sauces y raíces en un espacio donde apenas penetra la luz solar”, publicó ese día el diario Clarín.

Algunos de los seis integrantes de la Prefectura interrogados por el juez Lleral, la fiscal federal Silvina Ávila, el abogado de la APDH y la letrada de la familia afirmaron que en el lugar no hacían pie, y deducían que habría más de un metro con setenta, en base a su propia estatura. Sin embargo, el oficial Juan Carlos Mussin declaró que “en el lugar la profundidad aproximada que me fue indicada por los buzos se trataba de 1,40 metros, los buzos hacían pie en un sector donde hay casi nula corriente de agua y abundan las ramas”. El buzo, a quien el jefe del operativo atribuye el hallazgo cuando en realidad fue Altamirano, agregó que “en esa zona no hay remolinos, a diferencia de otras ubicadas río abajo”.

Del cotejo de los testimonios surgen contradicciones respecto del inicio del procedimiento, Mussin dice que fue a las 11 mientras Ruata habla del mediodía, y también hay diferencias a la hora de calcular la profundidad, lo cual lleva a una lógica sin salida. Los mapuches que viven allí afirmaron (como dijo a PáginaI12 Soraya Maicoño el 1 de agosto cuando Santiago desapareció) en ese sitio no había agua, era orilla. Ahora bien, los testimonios de los buzos y los policías nada dicen sobre la caída de Matías Santana al agua, cuando iba en una de las balsas y justo minutos antes del hallazgo, pero lamentan haber sido agredidos por la comunidad cuando se retiraban, alrededor de las 21. La rabia de los mapuches se sintetizaba en esta frase: “Lo plantaron ante nuestras narices para mostrar la impunidad de que pueden hacer lo que quieran”.

Las versiones que publicó el matutino mencionado describían a 15 personas en las balsas, cuando en realidad en un gomón no entran más que la mitad, muy apretados. Del mismo modo describen el sitio como “sin luz solar” cuando todos los buzos indicaron que en todos los operativos podían divisar el fondo desde la superficie, haciendo snorkel.

Plantado el sauce

Ante la pregunta específica sobre si luego de encontrar el cadáver siguieron rastrillando en busca de elementos personales, todos respondieron que no. Este diario había publicado que el juez federal Gustavo Lleral fue interpelado enfáticamente durante las horas sucesivas por los familiares de Maldonado, su abogada y los miembros de la comunidad mapuche Lof en Resistencia de Cushamen ante la sospecha de que el cuerpo haya sido plantado, porque habían estado en ese mismo lugar pocos días antes y no habían visto nada. Tal como ratifican los testimonios, el magistrado se limitó a esperar la llegada del perito de parte, Alejandro Incháurregui, y no avanzó tampoco en el allanamiento a la estancia Leleque, como había previsto en la resolución que firmó cuatro días antes para ordenar el operativo.

En la resolución el juez había argumentado que la necesidad de volver a rastrillar el río tenía que ver con utilizar elementos de búsqueda más sofisticados, tales como los canes que detectan restos cadavéricos en el agua. Sin embargo, los buzos indicaron que usaron la misma metodología que en los siete rastrillajes anteriores. El jefe de la Prefectura de Bariloche, Ruata, había tenido la iniciativa de sugerirle al magistrado que había que revisar de nuevo, por la cantidad de ramas y zonas irregulares. Y finalmente apareció flotando y lo encontró un buzo, no un perro.

Fueron veintidos personas en aquel rastrillaje, que tuvo a los Maldonado y a la comunidad custodiando el cuerpo horas porque el juez pretendía sacarlo del agua sin esperar la llegada del perito Incháurregui. Tres timoneles fueron en dos balsas, en una de ellas iba Sergio Maldonado, y diez buzos en el agua cubriendo el ancho del río.

El 3 de octubre cuando Ruata acudió al juez para sugerir un nuevo operativo dijo que “la séptima búsqueda, el 18 de septiembre, había sido en el mismo lugar que la primera, del día 5 de agosto y que cubrieron mil metros aguas arriba respecto del punto dato (lugar donde Santiago intentó cruzar y fue visto por última vez), hasta el puesto El Quemado”. También describió que en todos los rastrillajes hicieron natación de superficie observando, salvo algunos buceos en zonas de 2 metros de profundidad, pero que los “pozones” se forman en las curvas del río donde hay remolinos o remansos”. Aquella vez aconsejó “repasar desde el punto dato hasta el puente que une las localidades de Gualjaina y Cushamen”. Esto es hacia Vuelta del Río, es decir, Ruata recomendaba repasar río arriba, y justamente contra la corriente fue hallado el cuerpo, respecto del denominado “punto dato”.

Las declaraciones también coincidieron en destacar su malestar por haber sido requisados por la comunidad, para que no entraran con armas al territorio recuperado por los mapuches. Ruata volvió a ser interrogado el 31 de octubre, y ante una pregunta de la querella dijo que el informe del 17 lo entregó a la dirección de Operaciones de la Prefectura, y que tiene entendido que “lo eleva al Ministerio de Seguridad”. Preguntado por la fiscal si pudo rastrillar el fondo del río donde se encontró el cuerpo, Ruata respondió: “Se obvió la parte de la batimetría (medir la profundidad y el fondo) porque se ordenó preservar el lugar por el hallazgo”. El jefe de los buzos de Bariloche dijo que en los siete operativos previos no habían pasado por el lugar donde finalmente encontraron a Santiago. Otros, como Montaña, dijeron que “no recordaban”. Y Gómez declaró que él no pasó pero “los otros buzos sí pasaron por ese punto”.



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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: SILA4141 Enviado: 12/11/2017 15:43

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De: RADIOPIPOLLSINFRONTERA Enviado: 16/11/2017 08:45

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De: Ruben1919 Enviado: 26/11/2017 01:09
“Tengo más dudas que antes. Santiago no murió porque estaba de turista, era una represión ilegal de Gendarmería”

“Tengo más dudas que antes. Santiago no murió porque estaba de turista, era una represión ilegal de Gendarmería”, dijo Sergio Maldonado después de conocer el informe. En el texto que difundió junto a su familia recuerda cuáles son las pocas certezas con las que cuentan: “que el 1 de agosto hubo una salvaje represión por parte de una fuerza de seguridad estatal conducía y apoyada por autoridades políticas; que se produjeron desvíos y entorpecimientos en la causa de parte de la justicia federal de Chubut y el Poder Ejecutivo Nacional; que es necesario contar con el apoyo de investigadores especializados e independientes para lograr conocer la verdad, obtener justicia y evitar la impunidad en el caso de la muerte de Santiago”.

La etapa de los estudios forenses era sustancial para que continúe la investigación, pero no alcanza para sacar conclusiones, según se desprende tanto de las expresiones del juez Lleral, como de los Maldonado. El juzgado hará en los próximos días una inspección del lugar donde fue encontrado el cuerpo y tomará nuevas declaraciones testimoniales: a integrantes de la comunidad y a cuatro mujeres gendarmes que estuvieron el día del operativo. También se envió un exhorto a Chile para que declare Nicasio Luna, quien relató en televisión que estuvo con Santiago en medio de la represión.

Velas rodean un retrato del activista desaparecido en Argentina, Santiago Maldonado. REUTERS/Marcos Brindicci

La junta médica se reunió ayer a las 9.30 y hasta cerca del mediodía leyeron el informe de 104 páginas que fue finalmente firmado por los 28 peritos que estaban presentes en relación a cada uno de los puntos de pericia que había ordenado el juez. Las conclusiones son resultado de la autopsia que se hizo después del hallazgo del cuerpo, a la que se sumaron estudios complementarios. Expertos de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA analizaron las llamadas diatomeas, que son microalgas que aparecen en cavidades del organismo y que se cotejan con las que hay en el agua donde fue hallado el cuerpo; un equipo de la Universidad Nacional de Quilmes hizo lo que se llama “entomología”, que analiza la presencia de insectos y microorganismos; la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA hizo el estudio de ADN; y en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata se analizaron restos de hongos, vegetación y tierra impregnados, por ejemplo, a la ropa.

Las conclusiones, según pudo saber PáginaI12 por funcionarios de la investigación, tienen tres puntos fundamentales:

-La causa de la muerte fue “asfixia por sumersión” a la que coadyuvó un cuadro de hipotermia por las bajas temperaturas del agua. Desde la desaparición de Maldonado el agua del Río Chubut no superó los 3,9 grados y llegó a un mínimo de 2. El ahogamiento fue constatado a través de diferentes estudios. Uno es el hallazgo de diatomeas en la cavidad cardíaca, que coinciden con las que hay en el río Chubut. Allí se encontraron nueve variedades distintas de esas algas (seis en el ventrículo izquierdo y tres en el derecho), lo que se considera indicador de la asfixia por sumersión. Los cambios y lesiones observados en los pulmones también son indicadores del ingreso de agua por las vías respiratorias. Los cambios observados en la piel revelan la hipotermia. El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que interviene como querellante, informó: “La autopsia reveló que la muerte fue un proceso que se fue dando por la permanencia en el agua helada que llevó a que se le vayan adormeciendo los miembros y reduciendo la capacidad de moverse, que luego derivó en un desvanecimiento que terminó en la sumersión”.

-El cuerpo no tenía lesiones externas, ni ninguna señal de que haya sido arrastrado o golpeado. Este fue uno de los primeros datos que se conocieron el día de la autopsia. No hay señales de violencia ejercida por terceros. “No puede suponerse a priori que haya sufrido violencia física en otro lugar”, dice el CELS. Todo el material genético analizado, hallado incluso en su vestimenta y en el bastón plegable que llevaba pertenecía a Santiago.

-Cuando un cadáver es hallado en el agua no se puede establecer lo que se conoce en medicina forense como “data de muerte”, sino que se calcula la “data de sumersión”. En este caso se usaron tres tablas de referencia para hacer el cálculo. Una de ellas, la que estableció que el cuerpo estuvo al menos 53 días en el agua, es la más antigua (de 1977) y de uso tradicional; la segunda, que establece un piso de 60 días en el agua, es de 2007 y adecuó los cálculos al calentamiento global; la tercera, de origen inglés, es de 2010, e incluye una metodología con ecuaciones y logaritmos que toman en cuenta los días transcurridos y la temperatura de las aguas. Esta última, que es considerada la más precisa por los peritos, es la que arroja que el cuerpo llevaba al menos 73 días en el agua, que es el número que coincide con la fecha de la desaparición de Santiago el 1 de agosto. Los especialistas decidieron usar tres métodos para que no haya objeciones. En función de este análisis, los expertos coincidieron en que el cuerpo siempre estuvo en el agua. Lo que la “entomología” mostró, por los microorganismos hallados, es que al momento del hallazgo llevaba unas 48 horas flotando, pero antes había permanecido hundido. Recién salió a la superficie cuando comenzó el proceso de descomposición.

El hermano del desaparecido Santiago Maldonado lleva su imagen tatuada en su brazo. REUTERS/Marcos Brindicci

Los peritos vieron una filmación del momento del hallazgo del cuerpo en el rastrillaje de la Prefectura. En términos científicos, una autopsia comienza en el lugar donde se encuentra el cadáver. Lo que observaron en esas imágenes -que además permitieron cotejar el estado del cadáver– es que Santiago fue encontrado en un lugar que está lleno de ramas de sauces enmarañadas y que es una zona donde los buzos no hacían pie. Estimaron una profundidad de 1,70 metros. Maldonado, no sabía nadar y tenía temor al agua. Además, llevaba puestas tres capas de ropa y borceguíes. No está claro si la muerte se produjo en ese lugar, pero los exámenes concluyen que se ahogó en ese río.

El resultado de la autopsia y los estudios adicionales no ponen en cuestión que Santiago desapareció en medio de un operativo represivo ilegal, entre disparos

Como reveló ya PáginaI12, ese sitio donde fue encontrado, según un análisis de fotografías y un mapa satelital es muy cercano al punto donde llegó un grupo de gendarmes en la persecución a los mapuches y quienes como Santiago los apoyaban. El subalférez Emmanuel Echazú fue fotografiado allí con el rostro ensangrentado y una enfermera declaró que lo atendió dentro de la comunidad. La Gendarmería había ingresado al territorio con el argumento de que afuera, en la ruta 40, les mapuches les tiraron piedras. Decían que era el delito en flagrancia que les permitía actuar. Pero la imagen de Echazú muestra que los mapuches se defendieron adentro del predio, donde los gendarmes no tenían orden judicial para ingresar.

El resultado de la autopsia y los estudios adicionales no ponen en cuestión que Santiago desapareció en medio de un operativo represivo ilegal, entre disparos. Es algo claro, a juzgar por testimonios ya recogidos en la causa, otros presentados en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y hasta por grabaciones en los celulares de los gendarmes donde reconocen “les dimos corchazos para que tengan”. La familia Maldonado sigue sosteniendo que hubo una desaparición forzada, señaló Sergio. La carátula de la causa, de hecho, por el momento no cambiará.

Todavía resta mucho por saber, incluso sobre cómo Santiago llegó hasta el río. Los resultados forenses no despejan si lo empujaron, si entró al río escapando, si lo asustaron, si lo amenazaron, si lo cercaron, o incluso si algún gendarme lo vio ahogarse y no hizo nada ni avisó (lo que también es un delito). Que las conclusiones de la junta de peritos diga que “el Brujo”, como le decían a Santiago, murió ahogado, no quita la posible responsabilidad estatal, en el hecho y en la cadena de obstáculos promovida desde el gobierno para dificultar llegar a la verdad.



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