Artículo de Olivier Knox Corresponsal Washington, cuando Obama proyectaba su viaje a Cuba. Las presuntas nuevas relaciones ya no vieron abortadas por el nuevo presidente, pero de todas maneras es interesante la visión de Knox, muy acertada.
“Por cerca de 50 años, los Estados Unidos intentó distintos caminos para terminar con el gobierno de la isla.
. El resultado desastroso de la invasión de 1961 a Bahía Cochinos, llevó a la Operación Mangosta, consistente en planes para envenenar a Fidel con un cigarro, un traje o alquilando figuras del crimen organizado para asesinarlo. Más tarde, el paralizador embargo económico de EEUU apuntó a convencer a la población a sublevarse y echar al aliado soviético, instalado a solo 90 millas de la costa de Florida.
Ambos, el uso de la fuerza y la presión económica fallaron en conseguir al resultado esperado, mientras Castro se jactaba de haber sobrevivido a los trabajitos de la CIA en su contra y culpando a los EEUU de las pobres condiciones de vida en Cuba. El barbudo revolucionario ha sobrevivido a un presidente de EEUU tras otro y hasta el colapso de la Unión Soviética, que privó a la Habana de ayuda desde Moscú. El término de la Guerra Fría también preparó a aliados americanos (sic), como Mexico, Canadá y Francia para abrir lucrativos nichos en la industria turística de Cuba, dejando a los EEUU aislados.
Cuando el presidente Obama llegue el domingo a la Habana, estará a la cabeza de una serie de diferentes clases de invasión. Habrá poder aéreo: las aerolíneas claman por establecer vuelos directos a Cuba. Habrá poder naval: líneas de cruceros inaugurando rutas a Cuba. Marriott espera convertirse en la cadena de hoteles más grande del mundo a través de una fusión con Starwood, estableciendo una cabeza de playa. Y el presidente ha alistado decenas de miles de infantería para alivianar las restricciones de los americanos (sic) para viajar a Cuba.
“Nuestra premisa principal” informó Obama a Yahoo News en diciembre pasado “es que ellos se verán súbitamente expuestos al mundo, abiertos a America (sic), a nuestras informaciones , cultura, visitantes y gente de negocios; sin duda alguna, ellos comenzarán a cambiar.”
En resumen, semejante invasión pretende cambiar la política de la isla, acabar con todo lo positivo que trajo la revolución e instalar un gobierno títere, volviendo atrás la historia hasta los tiempos en que Cuba era el prostíbulo del continente. Quedarán poquísimos cubanos con edad suficiente como para recordar aquel tiempo infame.