El presidente boliviano, Evo Morales, restó el sábado importancia a las “recomendaciones” de Estados Unidos y el régimen de Israel sobre la situación de los derechos humanos en el país latinoamericano y subrayó que ninguno de ellos tiene “ética” ni “moral” para recomendar nada a Bolivia.
“¿Qué moral, qué autoridad tienen ellos? Interventores, masacradores, bases militares. Deberían ser juzgados por sus delitos de lesa humanidad”, destacó el mandatario de Bolivia ante los medios locales.
Morales se refirió a las observaciones a su país, formuladas principalmente por EE.UU. y el régimen israelí respecto al informe rendido por los representantes de Bolivia en el grupo de Trabajo del Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Estados Unidos y el régimen de Tel Aviv hicieron sugerencias en materia de libertad de expresión y de derechos para las diversidades sexuales.
Morales rechazó las críticas de EE.UU. sobre la falta de libertad de información en Bolivia, asegurando que “hay libertad de expresión inclusive para insultar al presidente”.
El dirigente boliviano manifestó que tampoco admite que el régimen israelí le cuestione, y recordó los 51 días de atrocidades del régimen de Tel Aviv en la Franja de Gaza, desde principios de julio hasta finales de agosto, que acabaron con la vida de más de 2160 palestinos, en su mayoría civiles, y dejaron a otros 100 mil sin hogar.
Morales insistió en que el Gobierno estadounidense y el régimen de Israel deben ser juzgados ante el tribunal penal internacional de La Haya por delitos de la lesa humanidad.
Al final de su discurso, Morales apostilló que tales comentarios sobre supuestas violaciones a los derechos humanos en países como Bolivia son “dirigidos” para “seguir satanizando” a gobiernos “anticapitalistas”.
Bolivia y Estados Unidos carecen de relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 2008, por supuestas injerencias estadounidenses en la política nacional. Además, La Paz rompió sus relaciones diplomáticas con el régimen israelí en 2009, debido a la ofensiva militar que realizaba contra la Franja de Gaza.