CARTA PARA UNA VIDA
¿Por qué te portas como si tuviera
que prevalecer tu criterio?
¿Por qué te portas como
si fueras infalible?
¿Por qué te portas como si fueras el único
dueño de la verdad?
Hay que dar alternativas,
no decisiones.
Dar ideas, no soluciones.
Dar otra visión,
pero sin llevar de la mano a los demás.
Marcar el camino,
sin atrapar la voluntad.
Sugerir, sin presionar.
Aconsejar, sin obligar.
Proponer, sin forzar.
Advertir, sin censurar.
Reflexionar, sin imponer.
Hay que "mostrar",
pero sin quitarle al otro
su derecho de escoger.
Pues a cada uno le gusta realizarse
por su propia voluntad
y enmendar los errores
por su propia experiencia.
Hay que respetar la libertad
de cada uno para hacer su trabajo,
trazar su dirección,
sembrar su tierra,
adornar sus sueños,
desarrollar sus facultades
y ¡ Terminar su obra !
A ver si al final puede llenarse
las manos con ella.
La preeminencia del amor
El amor es sufrido
es benigno; el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser;
pero las profecías se acabarán, y
cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
DESC/AUTOR
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