"Estos ejercicios contra nosotros, que se están llevando a cabo en Corea del Sur, son un desafío flagrante a la declaración de Pangmunjom y una provocación militar deliberada, contraria al desarrollo político positivo en la península coreana", dice la agencia norcoreana KCNA en un comunicado.
"Estados Unidos también tendrá que analizar cuidadosamente el destino de la cumbre prevista entre Corea del Norte y EEUU a la luz de estos provocadores ejercicios militares realizados conjuntamente con las autoridades de Corea del Sur", prosiguió la agencia.
"No hemos sabido nada del Gobierno (de Corea del Norte) ni del de Corea del Sur que indique que no continuemos con el ejercicio o que no continuemos con la preparación de la reunión entre el presidente Trump y Kim Jong-un el mes que viene", dijo Nauert.
Nauert aseguró que el líder norcoreano entiende la importancia de los ejercicios militares y no efectuó notificaciones formales o informales que indicaran lo contrario.
La portavoz añadió que los ejercicios no podían calificarse como provocaciones pues se han realizado de manera frecuente y regular en todo el mundo.
Estaba previsto que la reunión se celebrase en Singapur. Las razones para elegir este país como sede del encuentro fueron la "seguridad, la situación geográfica y la neutralidad".
Anteriormente, Trump había rechazado la posibilidad de celebrar la cumbre en la zona desmilitarizada de la frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte.
Lea también: Las razones tras la decisión de Corea del Norte de 'sacrificar' su polígono nuclear
Las Fuerzas Armadas de EEUU y Corea del Sur comenzaron el 11 de mayo en el país asiático las maniobras conjuntas Max Thunder, en las que participarán en total 1.200 militares estadounidenses y 640 soldados surcoreanos, así como un centenar de aviones de combate.
Los ejercicios se llevarán a cabo durante dos semanas.