Gracias a la oración cambio mi conciencia de separación a unidad.
Estas palabras resumen el primer principio de las enseñanzas de Unity: Solo existe Un Poder y Una Presencia activa en el universo y en mi vida, Dios el bien omnipotente. Si comprendo este concepto de unidad, sé que yo soy una expresión de lo Divino. Al orar, lo hago consciente de mi identidad sagrada.
Oro, no para cambiar al mundo, sino para cambiar mi comprensión de este. Aparto mi atención del mundo externo y la centro en la sabiduría espiritual. Dejo ir la preocupación y cualquier sentido de separación. Afirmo amor incondicional y permito que Dios sea el bien universal desarrollándose en mi vida. A medida que mis pensamientos son transformados, yo soy renovado en comprensión y fe.
Y mientras oraba, cambió la apariencia de su rostro, y su vestido se hizo blanco y resplandeciente.—Lucas 9:29