José ”Pepe” Mujica, ex presidente de Uruguay visitará mañana jueves al ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso político desde hace más de dos meses en Curitiba.
La visita de Mujica, que viene participando de todos los actos en favor de la democracia brasileña y por la libertad del ex gobernante y su derecho a ser candidato en las elecciones de octubre próximo, “refuerza el prestigio internacional de Lula y su fuerza simbólica en el escenario latinoamericano”, significó.
Entre otros temas los ex presidentes deben hablar de la Copa Mundial de Fútbol, un deporte al cual ambos son aficionados.
La invitación para visitar a Lula y a los participantes en la vigilia democrática que permanecen en las inmediaciones de la Superintendencia de la Policía Federal (PF) en Curitiba desde el 7 de abril, cuando fue encarcelado el fundador del Partido de los Trabajadores (PT), le fue extendida a Mujica por Manuela D Ávila.
La precandidata presidencial por el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) viajó a Montevideo para explicar la situación de Lula, perseguido judicialmente con el propósito de excluirlo de la venidera contienda electoral.
En marzo último, Mujica se encontró con Lula en la localidad fronteriza de Santana do Livramento, en el inicio de la cuarta etapa de la caravana con que el líder histórico del PT comenzó a recorrer Brasil para constatar las negativas consecuencias de dos años de gobierno de Michel Temer.
En un diálogo público del cual tomó parte también la depuesta mandataria constitucional Dilma Rousseff, Mujica enfatizó que “en América Latina tenemos que aprender que sin unidad no hay poder y que nadie tiene la verdad absoluta”.
La izquierda, que se dedicó a luchar entre sí mucho más que a enfrentar la derecha, también comete errores y se equivoca, y “no queremos aprender que las derrotas son hijas de sus divisiones”, dijo.
Lula, por su parte, comentó que nunca antes como entre los años 2000 y 2014 hubo tanta política social en América Latina. “Vimos avanzar el continente de forma extraordinaria y además creamos un modo de hacer política que en algún momento comenzó a incomodar a los Estados Unidos”.
Expresó también que, a su juicio, la gran novedad del siglo XXI son los golpes de nuevo tipo, que se desarrollan a través de una acción judicial, criminalizan a las personas, transforman las verdades en mentiras con el apoyo de los medios y terminan con el Poder Legislativo apartando, sin razón, a presidentes legítimamente electos.
En Brasil, dijo, tenemos hoy un golpista en el poder (Michel Temer) que está atendiendo todas las exigencias del mercado financiero. Las conquistas alcanzadas durante más de una década están acabando, hay además un acelerado proceso de privatización y de desmantelamiento de los bancos públicos, denunció.
Dirigiéndose personalmente a Mujica, Lula expresó también tener la certeza de que si las elecciones del próximo mes de octubre (para las cuales todas las encuestas de intención de voto lo sitúan como favorito) son normales, “va a tener el placer de ver al Partido de los Trabajadores (PT) volver a gobernar”.
(Con información de Prensa Latina)