El juez especial que investiga el asesinato a 44 balazos del cantautor chileno Víctor Jara durante el régimen militar (1973-1990) interrogó hoy como testigo al actual viceministro de Defensa, Oscar Izurieta, ex comandante en jefe del Ejército.
“La tomé declaración personalmente aunque él tenía la posibilidad de hacerlo a través de un informe”, informó el propio juez del caso, Juan Fuentes Belmar.
La diligencia, pedida por un abogado del Ministerio del Interior, fue realizada en privado en el Comando Administrativo del Ejército por casi una hora.
La acción, solicitada por un abogado de rango menor, descolocó inicialmente a las autoridades del actual gobierno de derecha.
De hecho, el propio ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, supo por la prensa la decisión del abogado, quien es funcionario del programa de derechos humanos del Ministerio del Interior, órgano creado por la ex presidenta socialista Michelle Bachelet.
El interrogatorio ocurre cuando la Justicia aún no identifica formalmente a “El Príncipe”, el oficial que, jugando a la ruleta rusa, lideró el acribillamiento del artista junto a otros militares.
Víctor Jara fue un intelectual comunista que apoyó el gobierno socialista de Salvador Allende (1970-1973), derrocado por el golpe militar liderado por el general Augusto Pinochet, fallecido en 2006.
Entre sus creaciones destacan “Te recuerdo Amanda”, “Plegaria del Labrador” y “El cigarrito”, inmortalizadas en diferentes versiones por el músico cubano Silvio Rodríguez, la fallecida argentina Mercedes Sosa y los españoles Joan Manuel Serrat y Ana Belén.
Pero también realizó coregrafías y trabajos teatrales, convirtiéndose junto a Violeta Parra en el más destacado músico popular chileno.
Tras resistir el golpe militar de 1973, fue apresado y encarcelado junto con otros 5.000 chilenos en un estadio que hoy lleva su nombre, en un barrio de clase media baja, Estación Central.
Su cuerpo acribillado a 44 balazos fue sacado subrepticiamente de la morgue y enterrado en secreto, pero con la presencia de su esposa, quien se enteró de su muerte gracias a una cadena de acciones de personas anónimas.
(Con información de DPA)