En Wimbledon, estos días, hace calor, mucho calor. Los londinenses que transitan por el distrito SW19 combaten el sudor como pueden y desde la megafonía se anuncia la localización de las fuentes para evitar sustos: “Your health is very important to us”. Es media mañana y las grandes riadas de aficionados que invaden las calles del recinto incrementan el impacto del bochorno. A pesar de todo, los socios del club, impecables en la vestimenta, no renunciar a sus americanas ni al trajeado británico. Del Member’s enclosure –la estancia donde comparten champán, fresas y debates– entran unos y otros sin parar, con la chapa que les diferencia del resto bien visible en sus solapas, motivo de máximo orgullo puesto que solo una afortunada minoría de 375 personas pertenecen al All England Lawn Tennis & Croquet Club.