Los hijos del odio
¿Qué se puede esperar del futuro cuando generaciones de niños israelitas son criados con un manifiesto odio contra los árabes en general, y los palestinos en particular?
Para que una limpieza étnica se lleve a cabo, debe existir en la base un sustento cultural que identifique al otro como un ser inferior. Así lo padecieron los gitanos y los judíos, entre otros, bajo el nazismo, que incentivó desde su aparato educativo el odio al otro. La sociedad israelí está siendo moldeada bajo los mismos patrones, que en distintas expresiones, se está reflejando públicamente contra el pueblo palestino que resiste como puede a su exterminio.
¿Qué le hace desear a un niño menor de diez años querer ser piloto de avión para tirar misiles desde el aire, o a una adolescente desear a través de las redes sociales prender fuego a los árabes?
El asesinato de tres jóvenes israelíes, el 12 de junio de 2014, en Hebrón avivó el odio a los palestinos. Naturalmente, las Fuerzas de Defensa Israelíes culparon a los palestinos pese a no tener prueba alguna, y lanzaron la operación "Guardián del Hermano" para buscarlos en Cisjordania. Llamativamente esto viró en una nueva masacre en Gaza.
En el medio, un niño palestino fue secuestrado por judíos que lo obligaron a beber gasolina y lo prendieron fuego, hecho que no produjo en Occidente ninguna expresión de rechazo.
Al asesinato de los niños judíos sobrevino una avalancha de tweets expresando lo peor de la condición humana. Decenas de adolescentes expresaron en las redes sociales su odio con los peores barbarismos imaginables.
La operación contra Gaza comenzó con bombardeos contra la población civil con F16 de la aviación israelita. Entre las imágenes desgarradoras de las consecuencias de semejante devastación, circularon otras igual de increíbles de judíos sentados cómodamente sobre las colinas listos para ver la ofensiva aérea contra lo poco que queda de Palestina.
¿Qué lleva a un ser humano a disfrutar y vivir de una masacre como si se tratara de un evento deportivo?
El odio israelí contra los árabes que desde hace décadas se ha sembrado, hoy se viraliza en la redes sociales. Pero esto no es nuevo, las redes sociales solo lo hacen más evidente.
En 2012, el documentalista israelí Itamar Rose, en un video de casi cuatro minutos llamado “Niños israelíes en el museo del ejército”, muestra a niños israelíes hablando sobre tanques, rifles y granadas como expertos; estos niños incluso fantasean con matar árabes, mientras sus padres con orgullo hablan de cómo les han enseñado a sus hijos sobre armas y su uso.
El sionismo genera una presión cultural sobre su población para garantizar que las futuras generaciones perpetúen la cadena de odio y garanticen un conflicto que se presenta como infinito.
Así hoy, Israel, en su más reciente operación militar contra Gaza, ha provocado la muerte de más de 600 palestinos, el 70% de ellos civiles desarmados, de acuerdo a la ONU. Ha atacado escuelas, hospitales, iglesias y mezquitas. Más de 100,000 palestinos que habitan la Franja de Gaza han sido desplazados, dentro de la cárcel más grande del mundo, desde que Margen Protector fuera lanzada el 8 de julio.