Promesas de la tierra
Hay un olor de vida
en el huerto, en el aire y en las cosas;
es un olor a tierra humedecida
que va anunciando la precoz venida
de la mies y del fruto y de las rosas.
Hay nuncios y promesas en el rayo
que el Sol derrama encima de las eras;
durmió la tierra como en un desmayo,
pero las lluvias del florido mayo
fecundarán las mustias sementeras.
Hay regocijos hondos en los prados
y enrojecen sus flores las piñuelas;
van peinando la tierra los arados;
hila el yigüirro versos delicados
y el labriego labora sus parcelas.
El campo reverdece y fatigosas
tornan las yuntas de mover la tierra
tan pródiga en ofrendas hechas rosas
y espigas... Vida nueva hay en las cosas
y en las verduras que el cercado encierra
d.a