El amor se puede ir, pero
jamás puede morir
El amor nace , con un gesto amable,
con una palabra sencilla.
El amor es una pequeña semilla que
se siembra en el corazón.
El amor llega y ahí se queda para ser disfrutado
al máximo con la persona a quien se le entrega.
En otras ocasiones el amor se va, pero nunca muere,
queda el dulce recuerdo de haberlo disfrutado.
Algunos vivimos por largos períodos el amor,
otros solo vivimos pequeños instantes,
pero todos de alguna manera quedamos satisfechos
de haberlo experimentado, pues no importa
la cantidad de tiempo, lo que realmente importa es la
intensidad con que hayamos vivido ese amor.
Cuando vivimos el amor por un período corto
o muy largo,
de cualquier forma hay que saborearlo y
sentirlo de una manera plena en nuestras vidas.
El amor que se esfuma y jamás regresa,
eso no es amor, eso
Es ilusión, no existe amor que nazca y después muera.
El amor se puede ir, pero jamás puede morir,
estoy segura de ello.
Dios nos enseña el amor que permanece para siempre,
de esa manera
Él nos ama y anhela que nosotros como sus hijos
aprendamos a amarnos de la misma forma que
Él nos ama.
El amor que Dios nos ofrece nace y jamás muere,
permanece por todos los tiempos y todas las edades,
permanece aunque nosotros decidamos dejarlo ir.
El amor que Dios nos entrega, es el amor más bello,
puro y real.
Por ello mi corazón se regocija
al comprender que…
¡El amor se puede ir,
pero jamás puede morir