REGRESA CONMIGO.
Quiero embriagar mi alma, que sufre dolida
para sofocar el agobio que me embarga...
en la hora triste y cruel, penosa y amarga
de tu insondable partida.
Toda una vida de pasiones, que no se olvidan
amor, caricias, angustias, desencuentros,
vivir a todo y nada, cuál último momento
indagando en la total entrega, la dicha esquiva.
El amor nos consume, en la hoguera de la vida
con los fuegos de tantos arrebatos pasionales.
En la prisa, sin la pausa y la porfía requerida
y beber la vida, de los mismos manantiales.
Vivimos, abnegados, luchando por los nuestros, día a día
y el amor se vá muriendo, marchito, poco a poco, sin medida
sólo queda de ti, mis recuerdos, el dolor sufrido, las heridas
de tu entrañable partida.
Cuántos horizontes, plenilunios, juntos, superados
buscando juntos y felices , aquellos, nuestros sueños
enamorados, en eternas primaveras, y azules cielos
vidas, cuerpos, sustancia, tibiamente entrelazados.
Pero te fuiste, y los sueños y mi amor, partieron contigo
si ya no te tengo, no vivo, perdida en la nada, mi conciencia
divago triste, en las sombras queridas de tu ausencia
donde perduran tus gestos, tus besos, tu perfume sugestivo.
Regresa a mí, porque te quiero ahora y siempre, conmigo.
Tu regreso encenderá en nuestro amor, nuevas esperanzas
vivamos la vida tu y yo, que por los otros, nunca vivimos
encendidos, extasiados, en instantes, sin pensar en el mañana.
Regresa a mí, para siempre, porque yo te amo.
No me arrepentiré nunca, de haberte amado.
Sería como arrepentirme de haber vivido.
D/A