Insatisfecho cavila el pensamiento. No me basta este cuerpo que valoro, No quiero ser un ente nebuloso. Vivo entre murallas sangrando, tratando de borrar los miedos, las angustias amargas, las noches sin consuelo. Subo a ciegas por calvarios nuevos, Me detengo en las cimas del entendimiento, Y presencio asombrada la burla del tiempo. Voy hablándole a mi sobra tratando de alcanzar un rumbo cierto que conduzca la vida por nueva luz que ilumine la oscuridad del desamor que conoce de los llantos negros. Es que valoro el espíritu que poseo. . Carmen Amaralis Vega Olivencia