Su ruta
Va dejando sus huellas sobre arena mojada,
Sin rumbo cierto,
Sin ganas de llegar a ningún lugar,
Han sido mucho los avatares y conquistas,
Ha ido dejando sus fuerzas en laberintos
donde reinaba el carnaval,
Y los ruidos de carcajadas huecas.
oropeles a manos llenas.
En su cofre guarda el silencio.
Han sido muchos los quebrantos,
pero sigue distraída mirando al mar.
Ese inmenso mar que le recuerda
lo infinito del sentir,
lo inmenso de los placeres vividos.
Ya no importa llegar primero,
Ya no importa el pedestal.
El oropel lo lleva por dentro,
Y al compas de las olas
vibra un arpa en su interior.
Va distraída sonriendo,
con la sonrisa pintada en regocijo,
con la sonrisa que guarda el que ha pasado
muchas veces el umbral.
Carmen Amaralis Vega Olivencia