De acuerdo con el medio, citando fuentes del Gobierno estadounidense, la Administración Trump ha adoptado una nueva estrategia hacia América Latina y Venezuela no es el único blanco.
WSJ escribe que aunque desde hace mucho EEUU critica a Maduro —y anteriormente a su predecesor, Hugo Chávez—, hay varios funcionarios en el Gobierno que creen que Cuba es la amenaza más grave para la seguridad nacional. Las fuentes consultadas por el medio citan supuestas operaciones de inteligencia de Cuba en EEUU y los esfuerzos de la isla caribeña en impulsar la agenda antiestadounidense en otros países latinoamericanos.
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El objetivo del Gobierno actual de EEUU, según WSJ, es "romper los lazos que unen a Venezuela con Cuba y hundir los regímenes en ambos países". Las acciones de EEUU en Venezuela tendrían un impacto inmenso en la región en su conjunto, y Cuba en particular.
El medio agrega que, después de Venezuela y Cuba, Nicaragua será el próximo blanco.
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Pero la estrategia conlleva serios riesgos: si el apoyo de Washington a la figura de la oposición venezolana, Juan Guaidó, no logra a derrocar Maduro o no logra hacer romper los lazos entre Caracas y La Habana, la situación en Venezuela puede empeorar aún más y "atar más estrechamente a Estados Unidos con la crisis". Ese revés podría fortalecer las posiciones de Pekín, Moscú y Teherán en la región, según el periódico.
Al mismo tiempo, el WSJ sugiere que es poco probable que Estados Unidos logre convencer a otras naciones de tomar cualquier medida contra Cuba. Mientras muchos aliados estadounidenses apoyan las medidas contra el Gobierno de Maduro en Venezuela, algunas naciones, incluidas Canadá y Francia, tienen amplios intereses comerciales en Cuba.