Te amé de tantas maneras y de tantas formas...
de vida en vida, de época en época, siempre...
Mi corazón hechizado hizo una y otra vez un collar de canciones que tomaste
como un regalo y usaste alrededor de tu cuello, a tu modo y de tantas formas...
de vida en vida, de época en época, siempre...
Dondequiera que escucho las viejas historias de amor, su antiguo dolor
y ese viejo cuento de estar juntos o separados, me detengo y una y otra vez,
miro en el pasado, y al final de todo emerges tú,
revestida con la luz de una estrella polar, traspasando la oscuridad del tiempo,
y de este modo te conviertes en una imagen que recordaré por siempre.
Tú y yo flotamos aquí, en la corriente que fluye de un corazón
lleno de amor de uno por el otro.
Jugamos al amor al lado de millones de amantes, hemos compartido
la tímida dulzura del primer encuentro, las mismas lágrimas de angustia en cada despedida.
El viejo amor... el que se renueva una y otra vez, siempre...
Hoy este amor está a tus pies, encontró su morada en ti.
Ese amor, el amor cotidiano de todos los hombres, el amor del pasado,
el amor de siempre... el regocijo universal, la pena universal, la vida misma,
la memoria de todos los amores, las canciones de todos los poetas del pasado
y de siempre, se funden en este amor que es el nuestro.
"Unended Love", de Rabindranath Tagore, Poeta hindú 1861-1941