Tus manos de alfarero me moldearon
Oh bendito redentor de mis cimientos,
con tu gracia, tu poder y tus preceptos
me conduces con tu amor hacia los cielos
Con tu luz el corazón me cautivaste
y me diste de beber de tu torrente…
me tomaste en tu poder como los reyes
y me diste en heredad lo que tú eres!
No me dejes claudicar en la faena
ni se aleje tu bondad de mi tribuna,
cuando clamo a tu piedad…
siempre me escuchas
PORQUE TÚ ERES MI SEÑOR Y SALVADOR!
Gracias bendito mío, gracias!
NELSON LENIN