La gratitud prepara el camino.
Siéntete tan agradecido
a la existencia como te sea posible…
por cosas pequeñas, no solo por las grandes…
por el simple acto de respirar.
No tenemos ningún derecho sobre la existencia,
de modo que aquello que se recibe es un regalo.
Desarrolla cada vez más la gratitud;
deja que se convierta en tu estilo.
Agradece a todos.
Si se entiende la gratitud,
entonces se agradecen
las cosas que se han hecho de forma positiva.
Incluso se agradecen las cosas
que se han realizado negativamente.
Agradece de que alguien te ha ayudado;
este es solo el principio.
Luego se empieza a agradecer que alguien
no te hiciera daño…
cuando podría haberlo hecho;
fue amable.
Una vez que se entiende
el sentimiento de gratitud
y se le permite penetrar hondo en el ser,
se empieza a sentir gratitud por todo.
Y cuanto más agradecido seas,
menos te quejaras y gruñiras.
Cuando desaparecen las quejas,
también desaparece la desdicha,
ya que esta existe con la queja.
Está enganchada a las quejas
y a la mente propensa a quejarse.
Es imposible que exista con la gratitud.
De manera que este es uno de los principales
secretos que hay que aprender