Me gustan tus manos
Que me brindan caricias
Que con la ternura de tu toque
Apaciguan el ímpetu de mi alma.
Tus manos que me estremecen
Al posarse en mi pecho desnudo
Acompañando el vaivén de mis suspiros
Y sintiendo de mi corazón sus latidos.
Esas manos amorosas y ligeras
Que peinan mi cabello revuelto de viento
Y que seducen a la seda
Con la tersura de tu cálida piel.
Me gustan tus manos
Que asidas a las manos mías,
Son una sola y unidas por el amor
Y más allá de esta vida…
¡Siempre seremos tu y yo!
Marco T. Valdez.