GUÍA DE LA DESOBSESIÓN
- Herculano Pires
1 – Al despertar, di a ti mismo: Dios me concede otro día más, para experiencias y aprendizaje. Haciendo es como se aprende. Voy a aprovecharlo. Dios me ayuda. (Repítelo varias veces, procurando mantener estas palabras en la memoria. Repítelas durante el día).
2 – Comprende que la obsesión es un estado de sintonía entre tu mente y otras mentes desequilibradas. Corta esa sintonía ligándote a pensamientos buenos y alegres. Procura repeler las ideas malas. Comprende que tú has nacido para ser bueno y normal. Las malas ideas y las malas inclinaciones existen para que puedas vencerlas, nunca para que te entregues.
3 – Cambia tu modo de encarar a tus semejantes. En esencia, somos todos iguales. Si el otro está irritado, no entres en su irritación. Ayúdale a reequilibrarse, tratándolo con bondad. La irritación es sintonía de obsesión. No te dejes envolver por la obsesión del otro. No lo consideres agresivo.
Ciertamente él está siendo agredido y reacciona equivocadamente contra los demás. Ayúdale, y también serás ayudado.
4 – Vigila tus sentimientos, pensamientos y palabras en las relaciones con los demás.
Lo que damos, lo recibimos de vuelta.
5 – No te consideres víctima. Puede que seas verdugo sin darte cuenta. Piensa en esto constantemente, para mejorar las relaciones con los demás. Vivir es intercambiar.
Examina lo que intercambias con los demás.