Acostúmbrame a tus besos
Pero no a tus reproches
Acostúmbrame al calor de tu presencia
Pero no al frío de tus ausencias
Acostúmbrame al cielo de tus ojos,
Pero no al abismo del dolor
Acostúmbrame a soñar con los pies sobre la tierra
Pero no me acostumbres a ver mis sueños destruidos en ella
Acostúmbrame a amarte por lo que eres
y no por lo que tienes.
Acostúmbrate a la verdad de mis labios
Al fuego de mi cuerpo
A la seda de mis manos
A la candidez de mis besos
A la luz de mis ojos
Para que cuando haya mentira
Frío y oscuridad
Puedan pasar sin el menor dolor
Porque simplemente
No están dentro de nuestras costumbres...