El tiempo para los dos ha ido pasando..., sin prisas pero sin pausa..., solo quedan los recuerdos inolvidables..., las fotos trucadas que se confunden en mi presente..., y ese adiós sin sentido que me despojaron de la sed de tus labios como propio de un acto de magia..., papeles amarillos se mezclan a través de mis cartas..., pequeños escritos no enviados que se fueron guardando con la sombra de la nostalgia..., te amo..., y sé que a eso a poca gente le importa..., ni tampoco cuánto por las noches he llorado..., teniendo la esperanza a que volvieras como siempre para continuar amándonos sin prejuicios, sin escuchar las campanas del ocaso que pudieran sacudir nuestra sencilla alborada...; papeles amarillos que parecieran ahora no significar nada..., pero en realidad..., están queriendo decirme algo detrás de mis letras sagradas..., sin embargo..., el presente me tapa aquello que tanto he amado..., a la mujer que suele ocupar mis pensamientos mundanos..., la que me obliga a salirme del eje..., porque la considero la princesa de siempre..., aquella que sabe de que manera podría amarme..., si tan solo se acercara hasta a mi..., con la seducción plena que despliega con sus alas...