Los derechos humanos sirven de argumento para defender o atacar a los sectores opositores que generan hechos violentos en su protesta contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
RT analizó este tema con la psicóloga argentina y activista por los derechos humanos Cristina Solano. Es, además, una de las ponentes del Foro Internacional de Psicología, Violencia y Operaciones Psicológicas, finalizado la semana pasada en Caracas.
RT: Buena parte de la prensa acusa la violación de los derechos de aquellos que protagonizan las guarimbas en Venezuela. ¿La protesta violenta es un derecho humano?
CS: No se las puede permitir. Hay cuestiones que tienen que ver con el respeto a la sociedad, el respeto al otro. Nadie puede cometer actos delictivos contra otras personas, ni puede incitar al delito, al magnicidio, a la muerte. Eso debe ser penalizado, supongo que las leyes venezolanas lo tienen previsto y la justicia debe actuar sobre ellos.
Las 'guarimbas' son un atentado a los derechos humanos. La sociedad no debe permitir lo que hacen esos vándalos en Caracas. Los que generan esa violencia, en mi opinión, son delincuentes y como tal deben ser tratados.
Me llama la atención que la Policía y las fuerzas de seguridad de Venezuela sean tan blandas y permitan que estos hombres cometan los actos vandálicos que cometen.
Los derechos humanos que se vulneran son los de la sociedad. Hay que respetar a la comunidad y ellos (los 'guarimberos') no los están respetando.
Recientemente murió un hombre al estrellarse porque lanzaron aceite en una calle. ¡Eso es un asesinato!.
RT: ¿La violencia que generan las guarimbas se parece a otra que se produzca en la región?
CS: No. Y eso llama poderosamente la atención. En mi opinión son las últimas artimañas que se inventó el imperialismo como forma de guerra en nuestros países.
Lo mismo que el desabastecimiento, la desinformación o los intentos de aislamiento es una estrategia esto de armar a algunos cabecillas en ciertas comunidades, importar paramilitares y contratar a sectores lúmpenes de la sociedad para cometer vandalismo. Visto así es una práctica nueva.
RT: Se critica mucho la actuación de las fuerzas del orden en Venezuela. ¿Actúan igual en su país?
CS: En Argentina tenemos experiencias lúgubres con la Policía, porque es directamente un cuerpo enemigo, mientras que las fuerzas armadas responden al poder del más fuerte y no a las necesidades de la población.
Tenemos también las llamadas barras bravas asociadas al fútbol. Se trata de sectores lúmpenes que contratan para cometer hechos violentos puntuales, pero en Venezuela hoy esos grupos que generan violencia están en las calles atacando a la gente.
Me parece que la policía debe ser más contundente para defender los derechos de la población, que son los que hay que defender.
RT: No obstante en la prensa se publica con frecuencia que la Policía reprime a los que protestan…
CS: ¡Por Dios! Basta con mirar las imágenes para darse cuenta que en la mayoría de los casos hay que defender a los policías que son las víctimas.
¿De qué derechos humanos? Si se manifiestan como quieren. Matan, linchan o incendian a personas por creerlos chavistas o porque piensan diferente. Son ellos los que violan los derechos humanos.
Reclamar derechos para los guarimberos es ignorar todo lo que significan los DD.HH. Los derechos humanos suponen el respeto del otro, el respeto a la vida, es no invadir el territorio del otro.
RT: ¿El lícito convalidar la violencia para obtener objetivos políticos?
CS: Siempre hay una parte de la sociedad que comulga con los postulados de la derecha o extrema derecha, eso no lo podemos negar. Pero cuando el discurso hegemónico es el de la libertad, la democracia y la paz, estos sectores de derecha se ven obligados a controlar sus impulsos homicidashacia el otro. Al contrario, si en la sociedad impera el discurso de ese sector, la violencia surge y se fortalece.Por ejemplo, en la Argentina de hoy ya no está tan mal visto decir: 'Hay que matar a los negros', que son los pobres.
Mientras gobernaron Néstor y Cristina Kirchnner estaba muy mal decir algo como eso. Pero ahora, los fascistas pueden decir con tranquilidad: 'estos negros de mierda se embarazan para cobrar el plan' (refiriéndose al programa Asignación Universal por Hijo). Y lo pueden decir porque el discurso del poder político es justamente ese.
Cuando niegan que la dictadura haya desaparecido a 30.000 personas o cuando el presidente Macri se refiere al 'curro de los derechos humanos (utilizando curro como sinónimo de robo o atribuido a alguien que vive o se vale de los derechos humanos)', avala que ese sector de la población diga los horrores que dice, incluso en los medios de comunicación.
RT: ¿Es Venezuela un experimento para probar el uso de la violencia en la disputa política?
CS: Sí. Sin duda es un experimento que supongo lo van a replicar en Bolivia, Nicaragua, Ecuador o donde sea que EE.UU. quiera extender sus garras.
A nosotros los argentinos nos ganaron por los votos, por el momento no necesitan este tipo de violencia. Lo que está haciendo en mi país es destruirnos económicamente. Desde el punto de vista político no pueden, pero sí en el aspecto económico.
Por eso digo que hay que parar a los guarimberos, no pueden seguir avanzado. Si en Venezuela permiten que el discurso dominante sea el de los violentos, eso se extenderá como una lava por la región. Los venezolanos tienen el compromiso de defender la revolución, porque es la defensa de Suramérica.
Ernesto J. Navarro