Una perrita perfectamente sana fue recientemente sacrificada en el estado de Virginia (EE.UU.) luego de que su dueña fallecida dejara en el testamento la orden de que la mascota fuera cremada y enterrada junto a ella, informó este jueves la cadena WWBT.
Después de la muerte de su propietaria, Emma, un cruce de shih tzu, llegó a un refugio de animales el 8 de marzo, donde permaneció dos semanas. El personal del albergue trató de disuadir a los encargados de hacer cumplir la última voluntad de la fallecida de practicarle la eutanasia a la mascota e intentaron convencerlos de que la entregaran en adopción.
Sin embargo el esfuerzo fue en vano, ya que Emma fue trasladada a un veterinario que le aplicó una inyección letal. Posteriormente sus restos fueron cremados y las cenizas se pusieron en una urna que está colocada junto a la tumba de su última propietaria.
El final de la mascota ha desatado un debate legal, ya que de acuerdo a la ley del estado de Virginia existen cementerios que cuentan con un área para el entierro de animales, pero se prohíbe que estos sean colocados en la misma tumba, cripta o nicho que una persona.
Por su parte Amanda Howell, abogada de la organización protectora de animales Animal Legal Defense Fund, subrayó que en sus testamentos los dueños de mascotas deberían indicar que dejan a los animales en fideicomiso y no ordenar que se les practique la eutanasia.
Por otra parte, un veterinario, Kenny Lucas, dijo que sus pautas éticas no le permitirían realizar una eutanasia a una mascota sana.