Las mujeres que han inspirado a otras mujeres y también a muchos hombres, nunca mueren. Esas personalidades avasallantes que han dejado un legado de fuerza y perseverancia, siempre serán un ejemplo.

Una de ellas es la artista mexicana Frida Kahlo, que superó el dolor físico durante años y el dolor emocional del amor a veces cruel de otro artista maravilloso, que fue Diego Rivera.

Frida Kahlo vivió a su manera. Nunca se dejó doblegar y cultivó un alma indómita que la llevó a sufrir decepciones e infortunios, pero que no por eso hizo que se resignara a una vida fácil. Eligió el camino con desafíos que le presentó la vida y los vivió con entereza.

Tal vez todo eso contribuyó a potenciar su talento y a que nos legara su invaluable trabajo artístico, además de ejemplos de vida, de superación y constancia.

Esta mujer increíble sucumbió al amor de un hombre que estuvo en sus peores y en sus mejores momentos con ella y que seguramente haya sido la inspiración para este poema plagado de verdades que sólo las mujeres que conocieron el amor, pueden comprender.

En él, nos hace ver que podemos entregarnos a una pasión sin reservas, pero que al mismo tiempo, debe hacernos sentir plenas y amadas. Que no debemos conformarnos con poco o con algo que no nos llena el alma, porque de esa manera, estaríamos traicionándonos a nosotras mismas y entonces… ¿cómo podríamos esperar que otro no nos traicione?

Mereces un amor que te quiera despeinada, con todo y las razones que te levantan de prisa, con todo y los demonios que no te dejan dormir.

Mereces un amor que te haga sentir segura, que pueda comerse al mundo si camina de tu mano, que sienta que tus abrazos van perfectos con su piel.

Mereces un amor que quiera bailar contigo, que visite el paraíso cada que mira tus ojos, y que no se aburra nunca de leer tus expresiones.

Mereces un amor que te escuche cuando cantas, que te apoye en tus ridículos, que respete que eres libre, que te acompañe en tu vuelo, que no le asuste caer.

Mereces un amor que se lleve las mentiras, que te traiga la ilusión, el café y la poesía.

Cuéntanos cómo te hizo sentir y comparte.

Por Frida Kahlo