La medida es una respuesta en diferido al anuncio que hizo dos semanas antes, el 1 de agosto, el presidente de EEUU, Donald Trump, de imponer aranceles al 10% sobre importaciones desde China por valor de 300.000 millones de dólares que entrarían en vigor a partir del 1 de septiembre.
En el documento hecho público este jueves, el gigante asiático avisó que tomará las contramedidas necesarias. Esto significa que la tregua que se dieron en Japón duró apenas un mes y medio.
Navidad se adelantó este año en EEUU
La medida de China tuvo lugar pese a que un día antes, en un intento de magnanimidad –pero no con China–, Trump se disfrazó de Papá Noel: "Retrasamos los aranceles a China para no afectar la temporada de compras navideñas. Lo estamos haciendo para la temporada navideña, por si algunos de los aranceles tienen impacto en los consumidores estadounidenses", dijo ante los medios.
Se refería precisamente a estos aranceles que provocaron la ruptura de la tregua por parte del gigante asiático. Movió la fecha de entrada en vigor de las tasas del 1 de septiembre al 15 de diciembre. La contramedida de Trump a una de sus propias medidas afecta a determinados productos chinos, como computadoras portátiles, teléfonos celulares, consolas de videojuegos, ciertos juguetes y algunos artículos de ropa y calzado.
No obstante, pese a indicar que pone la medida en pausa para proteger el bolsillo de los estadounidenses de los aranceles, por otro lado afirma que las tarifas vigentes prácticamente no han tenido repercutido en los compradores. "El único impacto ha sido que hemos recaudado casi 60.000 millones [de dólares] de China [...] lo que hemos hecho es retrasar [los aranceles] para que no sean relevantes para la temporada de compras navideñas", reiteró el inquilino de la Casa Blanca.Para el economista argentino Luis Palma Cané, los mensajes de Trump son contradictorios, pero no sólo en este caso. "Desde que asumió la presidencia, incluso en la campaña, es muy contradictorio. Larga bombas a través de su Twitter 'sin ton ni son'; es el gran responsable de la desaceleración global que se está produciendo en este momento que ha llegado ya definitivamente, sobre todo a Europa".
La avalancha de la guerra comercial
En este sentido, ante el concatenamiento de malos datos macroeconómicos en los principales países del mundo, y por vaivenes de esta guerra comercial, y con el miedo a una recesión cada vez más palpable, las bolsas cuentan varios días sufriendo una volatilidad importante. La incertidumbre económica ha llevado a los bonos soberanos de varios países a cotizar en negativo debido a que son usados como refugio, mientras que el oro cotiza en máximos de más de un lustro.
Palma Cané hace una radiografía al respecto. "El producto bruto de Alemania cayó en el segundo trimestre después de muchísimos años un 0,1%; el producto bruto europeo también en el segundo trimestre creció un miserable 0,2%; cayó el porcentaje de crecimiento de la industria manufacturera china al 4,8%, cuando el promedio era 8% o 9%; la tasa de interés de EEUU a dos años es mayor que la de diez, lo cual significa el alto grado de desconfianza que tienen los inversores para el mediano plazo en EEUU"."Claramente [Trump] está dando un paso atrás porque se enfrenta a la realidad, y no lo dice, de que esto está afectando los precios que pagan los consumidores norteamericanos, y esto no le gusta nada, porque esto de la guerra comercial fue parte de su campaña para la reelección, y ahora se da cuenta que esto es como un tiro en los pies, porque en la medida en que los consumidores tengan que pagar más, evidentemente le va a restar apoyo", concluye Luis Palma Cané.