Pero hay otra fórmula mucho más probable, y es que James se quede. Y también resulta interesante para el Madrid, que siempre ha considerado que el jugador tenía un hueco en la plantilla. Zidane no pensaba lo mismo al principio, pero parece haber recogido el guante lanzado por el club de utilizar a todos los j jugadores que tiene disponibles. A Bale lo puso en el once en Balaídos y a James lo tuvo en el banquillo.
La pelota está en el tejado de Zidane en el caso de que James se quede, pero en el club están convencido del potencial del colombiano y de la capacidad de remontar su situación en el equipo. James es una baza ofensiva a la que el técnico podría sacar mucho rendimiento porque el futbolista está decidido a aprovechar esta segunda oportunidad.
Zidane se quejó la pasada temporada de la falta de pegada, y James la tiene. Firmó 36 goles en sus tres temporadas en el Real Madrid y una de las cosas que mostró es su facilidad anotadora. En su primer año de blanco, se fue hasta los 17 goles. Pero su potencial ofensivo va más allá de su aportación goleadora, también están sus asistencias: 40 en su primera etapa de blanco.
Por si fuera poco, el colombiano es un buen refuerzo en la estrategia, una faceta que Zidane exprimió en sus primeros compases en el banquillo blanco. James destaca en este aspecto del juego en el que el Madrid puede sacar tajada.
A Zidane también le gusta saca mucho rendimiento de la motivación de los jugadores, y en James puede encontrar un filón porque está con ganas de ganarse el puesto.
Otro factor importante a favor de James es que se trata de un jugador muy querido por la grada del Bernabéu. El equipo no anda muy sobrado de feeling con su afición tras una temporada pasada en la que los malos resultados pasaron factura a muchos jugadores. Y la presencia del colombiano podría ayudar a limar esas diferencias. El Bernabéu guarda muy buen recuerdo del jugador y en su momento gran parte de la afición no entendió su salida. James es prácticamente una cara nueva tras dos años fuera del Madrid y su presencia en el campo es una manera de generar ilusión.
A James su situación en el Real Madrid se le está haciendo larga por muchos motivos. Uno de ellos es porque lleva sin jugar un partido desde el 29 de junio, con Colombia en la Copa América. Aquel día se quitó las botas en el vestuario tras perder contra Chile en cuartos en la tanda de penaltis y desde entonces no se las ha vuelto a poner para disputar un encuentro. Un mes después se incorporó a los entrenamientos en el Madrid y no entró en las convocatorias hasta el sábado en Vigo. En total, lleva 51 un días sin jugar el colombiano.