Flecha envenenada
Soy la flecha que se dispara al viento,
directo al iris de tus ojos,
al insondable cuerpo de tus huellas.
Flecha envenenada de deseos,
zumbido que grita tu nombre
entre la selva del cuerpo.
Rígido cuerpo preñado en fuego,
herido por su propio filo,
sangrando el negro de escondites oscuros,
misteriosa selva de mestizos deseos.
Flecha envenenada que penetra el tiempo.
Tiempo que ronda en noches tenebrosas
donde flotan las siluetas que atraen,
que perturban, que enloquecen..
Prohíbo herir la suavidad del viento
Donde se guardan encendidos los secretos.
Lanzo las flechas de guerrera amante
esperando se rinda desangrado
ese corazón tan fuerte como el hierro.
Corazón de hierro pero amado.
Carmen Amaralis Vega Olivencia