Que hermoso es estar vivos, intensamente vivos y disfrutarlo todo desde la entraña misma de la vida.
Aspirar por ejemplo con hondura el aroma del pan recién horneado y sentirnos sembrados de trigales, de buena levadura, de manos amorosas que le dieron un sabor celestial con su dulzura. Gozar con el saludo del vecino, con la risa infantil que pedalea sobre el viejo triciclo, con el vuelo armonioso de las aves, con la verde canción que canta el grillo o con la lluvia mansa cuando pinta con sus pecas de hielo los cristales.
Hay demasiada angustia a nuestro lado y para derrotarla hay que seguir viviendo, gozando la fuerza del sol cada mañana y su abrazo fraterno y compañero, el viento despeinando nuestra vida, el olor de la flor recién nacida.Y la danza de palomas en los parques bajo el sol que se oculta silencioso.
Disfrutar de los besos, de la música, de nuestros pasos sobre el pavimento, de poder abrazar a un amigo, de gritar un te quiero, de un libro viejo y un café caliente en las noches de invierno,y de esa fuerza inmensa de que esta hecha el alma que nos ayuda a derrotar por siempre el sufrimiento.
Hay que gozarlo todo, descubramos el mundo a cada paso desde la hormiga humilde hasta el lucero y saquemos de adentro la alegría para estrenarla a diario como un vestido nuevo.
Hay que seguir gozando de la vida aunque ese escultor llamado tiempo haya tallado en nuestro rostro arrugas o haya encorvado un poco nuestro cuerpo.
Hora es de cosechar amaneceres, de disfrutar silencios, de asombrarnos de nuevo con el mundo, de mirarnos por dentro y sabernos completos de alegría, sin miedo a soledades ni a recuerdos.
Hay que vivir la vida a cada instante con un gozo infinito, con agradecimiento, y cual si fuera una cometa enamorada de algún pedazo azul de firmamento, soltarle mi alma para que vuele tomada de la mano por siempre con el viento, hasta encontrar a Dios para contarle, con palabras redondas de contento que fue maravilloso haber vivido con HONRADEZ, CON PASION Y SENTIMIENTO....
( de la red