Poco más de dos días después, la resaca post-Us Open aún sigue muy presente en los protagonistas de aquella histórica final. Para Rafa Nadal es turno ahora de atender a todos los medios de comunicación que se interesan por su estado, cumpliendo los protocolos y atendiendo llamadas telefónicas de muchas cadenas. Entre ellas, RNE y El Larguero de la SER pudieron hablar con el mallorquín y sacar así unas declaraciones muy interesantes donde se tocan temas muy variados.
Lo primero a lo que debemos remitirnos es al acontecimiento principal más inmediato, esa final que si se caracterizó por algo fue por su dureza. Una batalla que se alargó más allá de las cuatro horas ante un Daniil Medvedev que dio todo lo que quedaba en su tanque de gasolina y más. ¿Esperaba Rafa un duelo tan duro? Dada la magnitud de su oponente, sí: "Evidentemente era el jugador más en forma del circuito, el que más ha puntuado durante todo el verano, con mejor progresión en el circuito sin ninguna duda. La realidad es que es el número 4 del mundo, y esta es una realidad que no podemos obviar".
Antes de llegar ahí, Nadal debía lidiar con la presión de ser el único componente del Big-3 que aún quedaba en Nueva York. Varias rondas en las que todo el favoritismo se puso sobre la espalda del balear. Sin embargo, Rafa ve las cosas de diferente manera: "Depende de cómo lo quieras ver: es una presión añadida o es menos presión, porque al final tampoco uno de tus rivales directos va a ganar si tú pierdes. Se puede mirar de las dos maneras. Lo que siempre digo: contra Federer o Djokovic solo me podía enfrentar en la final, yo hacía mi camino por el otro lado y mi único objetivo era llegar hasta ahí".
Donde Nadal sí se paró a reflexionar largo y tendido fue a la hora de clasificar esta final en su top de grandes duelos por el título. Al fin y al cabo, el nivel de tenis fue excelente durante muchos momentos, la dureza incuestionable y ninguno de los dos jugadores dio tregua en su lucha. A pesar de todo ello, es fácil rememorar otros duelos que, quizás por el momento en el que se produjeron, evocan las mismas o mejores memorias: "Ya había ganado 3 US Open antes; cuando gané Wimbledon 2008 no tenía ninguno. La final de Australia con Federer que gané también está ahí, fue mi primera vez allí y de momento la única que lo conseguí tras un partido de semifinales dramático contra Verdasco, aquel partido fue especial. La final que pierdo contra Djokovic en el Open de Australia creo que fue también más dramática que la del domingo. Eso sí, esta final está dentro de las primeras, también por la forma en la que se desarrolló el partido. lo tuve no cómodo, pero sí relativamente controlado, y de ahí pasó a estar muy cuesta arriba".
Por último, Rafa, a un solo Grand Slam en la carrera histórica, también opinó sobre los motivos por los que Federer aún continúa compitiendo. ¿Es uno de ellos, quizás el más importante, preservar su puesto de líder en esta clasificación?: "Yo creo que sigue jugando porque le gusta jugar a tenis y es feliz jugando a tenis, no por ningún otro motivo. Después, hay una competición sana que todo el mundo tiene en intentar superarte a ti mismo, y tras toda una carrera siendo prácticamente el mejor de la historia está claro que a él le gustaría terminar siendo el que más Grand Slams ha ganado. Al final son cosas que el tiempo dirá, entiendo que se escriba de ello pero intento no participar mucho de este debate porque es así como lo siento".