A Nairo Quintana le volvió el alma al cuerpo. A los colombianos, también. En una larga fuga integrada por más de 30 ciclistas, el boyacense, que partió en la séptima casilla a 7 minutos 43 segundos del sólido líder, Primoz Roglic, y terminó la fracción en el segundo puesto de la general y a 2 minutos 24 segundos del esloveno, recuperando las opciones de ganar la Vuelta a España.
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Esa tremenda jornada, entre Aranda de Duero y Guadalajara, sobre 219,6 kilómetros y ganada por Philippe Gilbert, le sirvió a Nairo para meterse en la pelea nuevamente.
Acercarse al podio era lo ideal. Lo que buscaba el Movistar era una sorpresa como esa y se cumplió. Según Quintana lo que pasó no estaba en los planes, había otra estrategia, pero todo les salió. Tener a dos de sus corredores (Alejandro Valverde es tercero) con opciones de ganar la competencia es muy significativo.
Mientras Roglic se da ‘golpes de pecho’ por no haber estado pendiente de la fuga, Nairo se alió con el viento y provocó una hecatombe y se encamina a la lucha por su segundo título, tras el del 2016. ¿Puede ganar? EL TIEMPO consultó a varios expertos quienes analizaron la carrera.
“Lo que hizo Nairo no dice mucho. Sigue siendo peligroso y lo que hizo en la jornada 17 fue bueno para él y para el Movistar, que manejó muy bien la estrategia”, le dijo a EL TIEMPO Óscar Freire, tres veces campeón mundial de ruta.
El esfuerzo de Nairo le puede pasar factura. Este jueves la jornada será entre Colmenar Viejo y Becerril de la Sierra, de 177,5 kilómetros, con cuatro pasos montañosos de primera categoría, el último a 23 kilómetros de la meta.
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“Roglic se ha desempeñado bien en la montaña. En la contrarreloj sacó las diferencias, pero subiendo se ha defendido y hasta les ha sacado tiempo a sus rivales. El tema acá es que Nairo arriesgó y eso es bueno para la carrera, que se puso más emocionante”, agregó Freire.
Cuando la diferencia del lote Nairo con el de Roglic era de más de cinco minutos, Movistar se movió atrás, una jugada que se criticó, pero surtió el efecto de dejar sin coequiperos a Roglic, que se vio solo.
Astana se apoderó del grupo, puso paso y ayudó en la persecución.
“Roglic está fuerte, pero Nairo se ve que se ha recuperado del resfriado. Seguro que lo va a intentar, al igual que López. Quedan etapas en las que se puede marcar diferencias. Todo está por verse”, señaló Hernando Bohórquez, ciclista del Astana.
Se criticó que el equipo kazajo tirara del grupo, que se convirtiera en aliado circunstancial de Roglic, pero Bohórquez explicó la maniobra. “No se podían quedar quietos. Nairo era peligroso, llegó al segundo puesto de la general y pasó por encima del resto, menos de Roglic, por eso se puso paso en busca de un descuento”, indicó Bohórquez.
¿Y ahora?
Este viernes la etapa es llana, pero el menú del sábado es interesante: 190 kilómetros, seis premios de montaña, dos de segunda, dos de primera y dos de tercera categoría, el último de ellos en la meta.
Nairo ha demostrado que está en buena condición. Se va del Movistar y quiere irse por la puerta grande. Volvió a ganar opciones para ir por el título
“Nairo ha demostrado que está en buena condición. Se va del Movistar y quiere irse por la puerta grande. Volvió a ganar opciones para ir por el título”, precisó Gianni Bugno, campeón del Giro de Italia 1990 y dos veces podio del Tour.
“El tema está en que los 2 minutos 24 segundos que tiene Roglic sobre él es mucho. Es una buena diferencia. Claro que se puede hacer algo, pero el esloveno se ve fuerte. Movistar tiene dos cartas y son los que deben mover la carrera”, acotó el exciclista italiano.
Roglic, aparte de Quintana, fue otro de los ganadores del día. ¿Por qué?
Se benefició del trabajo de los demás, fue a rueda, pero ganó porque no solo sigue de líder, sino que antes de esta jornada tenía a Valverde a 2 min 48 s, pero luego de la fracción del miércoles el segundo es Quintana a 2 min 24 s., es decir, solo perdió con el colombiano, con el resto mantuvo las diferencias, en su mal día, luego de un tremendo error y de quedarse solo, sin sus compañeros de equipo.
Y, de ñapa, López fue penalizado con 10 segundos. Según los jueces, el colombiano se ayudó con su compañero, Jakob Fuglsang, para realizar un “relevo al vuelo”: uno se toma de la mano o del brazo del otro, quien lo impulsa hacia adelante.
La Vuelta tomó otra cara. Nairo llegó al podio y si bien Roglic está cómodo, lo que pasó ayer en una etapa que invitaba al bostezo indica que nada está escrito.
Lisandro Rengifo