La República Bolivariana de Venezuela condenó este domingo el golpe de Estado consumado contra el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, quien anunció su renuncia para contribuir a la pacificación de la nación, sometida a la violencia promovida por grupos de la derecha.
El Mandatario venezolano, durante un contacto con la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela a propósito del golpe de Estado en Bolivia, señaló que no se puede volver a los tiempos del fascismo y denunció que la Organización Estado Americanos (OEA) formó parte de la trama que promovió el golpe contra Evo Morales.
“Se ha consumado el golpe de Estado contra el presidente y líder Evo Morales Ayma. No se puede estar con media tintas: es un golpe de derecha violento, en el que se invirtió mucho dinero y en el que la OEA dio la puñalada final”, dijo.
“Estos sectores golpistas de Bolivia están llenos de racismo, saña y odio, que van contra uno de los hombres más nobles del planeta. Un incansable trabajador por su pueblo”, dijo el Jefe del Estado, quien también denunció la represión brutal de grupos fascistas que han asaltando y quemado casas de seguidores del presidente Evo Morales.
Llamó al pueblo a levantarse en defensa de la democracia y advirtió que la vida de Evo Morales está en riesgo. “Está en peligro, debemos salvar su vida, los fascistas, con su racismo y su odio, creen que pueden eliminar a este líder social”, dijo.
El Presidente instó a los movimientos sociales y políticos del mundo a movilizarse para preservar la democracia en Bolivia, así como para defender al pueblo boliviano, que ha sido víctima de actos terroristas en las últimas semanas.
«Condenamos categóricamente el golpe de Estado consumado contra el hermano presidente Evo Morales. Los movimientos sociales y políticos del mundo nos declaramos en movilización para exigir la preservación de la vida de los pueblos originarios bolivianos víctimas del racismo», expresó el Jefe del Estado en la red social.
El golpe de Estado contra Morales se generó horas después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) presentara su informe final sobre los comicios generales del pasado 20 de octubre, en el que recomienda la repetición de las elecciones generales, basados en que no era posible dar certeza sobre el cómputo definitivo del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares.
Luego del pronunciamiento de la OEA, el Mandatario boliviano convocó a nuevas elecciones acatando las instrucciones del organismo internacional, no obstante la derecha no aceptó las medidas anunciadas, insistió en la renuncia de Morales y llamó a que sus seguidores se quedaran en las calles.
Tras este llamamiento, se registraron actos de terrorismo en contra de dirigentes políticos del partido de Gobierno, el Movimiento al Socialismo (MAS), y ministros de la administración de Morales, cuyas familias fueron agredidas y sus viviendas incendiadas.
El Gobierno mexicano califica lo sucedido en Bolivia de "golpe de Estado"
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El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, calificó como un golpe de Estado la renuncia del presidente boliviano Evo Morales, y criticó el silencio de la Organización de Estados Americanos (OEA) tras los hechos ocurridos el pasado domingo 10 de noviembre.
"Lo que ayer se produjo lo consideramos un golpe", dijo Ebrard.
Además, señaló que después del reporte de la OEA, que informaba de irregularidades en el proceso de recuento de votos, Morales hizo un llamado a nuevas elecciones, lo que fue bien visto por el Gobierno mexicano.
"Posterior a ello, el Ejército de Bolivia pidió la renuncia al presidente y el presidente evo morales dio su renuncia para evitar una guerra civil, por consiguiente es un golpe", señaló el canciller.
Por otro lado, explicó que la posición de México es "reivindicar el respeto al orden constitucional y la democracia en Bolivia" y hace "valer el derecho de asilo", añadió.
Críticas a la OEA por su silencio
El canciller mexicano también cuestionó la postura de la OEA tras el golpe y señaló que México convocará a una reunión urgente del organismo para atender la crisis en Bolivia.
"Vamos a solicitar en consecuencia una reunión urgente de la OEA, porque a pesar de la gravedad de los acontecimientos, lo que hubo ayer frente al posicionamiento militar y las operaciones policiales, fue el silencio", dijo Ebrard.
"El primer y esencial artículo que fundó la OEA es la defensa de las libertades y la democracia. ¿Cómo entonces se puede guardar silencio frente a acontecimientos de esta gravedad?", cuestionó el canciller mexicano.
Políticos bolivianos en la Embajada de México
Ebrard también informó que más de 20 políticos bolivianos han solicitado asilo político en la Embajada mexicana en Bolivia, pero no dio a conocer los nombres por razones de seguridad.
También informó que si bien la Embajada mexicana no ha sido atacada, el llamado realizado ayer para respetar la integridad de la sede diplomática de México en La Paz se hizo luego de los reportes de ataques contra las embajadas de otros países, como ocurrió con el caso de Venezuela.
Cuando se le preguntó al canciller si México romperá relaciones con el futuro Gobierno de Bolivia, el canciller señaló que "México no aceptaría un gobierno de carácter militar" y que "la mayoría de los países latinoamericanos tampoco", y agregó que Morales es reconocido como el presidente electo de su nación.
Además, Ebrard señaló que México mantendrá su principio de no intervención y, por ello, el canciller explicó que reconocer al nuevo Gobierno de Bolivia sería intervenir en el proceso golpista, situación que no hará la administración del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Al ser cuestionado sobre los cambios constitucionales en Bolivia para permitir la reelección de Evo Morales, previo a las elecciones presidenciales de octubre pasado, Ebrard puso el caso de Honduras como un ejemplo de países donde se ha cambiado la situación legal sin que existieran cuestionamientos internacionales como pasó en Bolivia.
"México tiene relaciones con países que tienen procesos de selección o que han modificado sus constituciones, ahí tienes Honduras, por ejemplo, que ahí muchos no dijeron nada cuando se modificó la Constitución", dijo.
Los líderes de la región se han pronunciado en contra de la renuncia del presidente boliviano Evo Morales y su Gabinete en lo que muchos califican como un golpe de Estado.
Venezuela
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó su solidaridad con el ya exmandatario de Bolivia y denunció un golpe de Estado en contra de este.
"Condenamos categóricamente el golpe de Estado consumado contra el hermano presidente @evoespueblo. Los movimientos sociales y políticos del mundo nos declaramos en movilización para exigir la preservación de la vida de los pueblos originarios bolivianos víctimas del racismo", escribió el líder venezolano en su cuenta de Twitter.
Mientras el presidente saliente Mauricio Macri guarda silencio, el próximo mandatario de la nación aseguró que en Bolivia "se ha consumado un golpe de Estado producto del accionar conjunto de civiles violentos, el personal policial autoacuartelado y la pasividad del ejército".
"Es un golpe perpetrado contra el presidente Evo, que había convocado a un nuevo proceso electoral", recordó el líder de la alianza opositora Frente de Todos.
Como "defensores de la institucionalidad democrática", su espacio rechaza por tanto "la violencia desatada que impidió a Evo Morales concluir su mandato presidencial y alteró el curso del proceso electoral".
En un mensaje al todavía jefe de Estado de Argentina, Fernández advirtió que las "actuales autoridades" deben actuar "bajo ese mismo principio preservando la integridad física de quienes puedan resultar perseguidos por el golpismo y colaboren hasta el 10 de diciembre con la recuperación de la democracia en Bolivia".
"El compromiso de la Argentina con la institucionalidad y contra cualquier forma de golpe de Estado en el continente debe ser total", enfatizó.
Tras afirmar que su agrupación defenderá "firmemente la democracia en toda América Latina", Fernández señaló que tras "este quiebre institucional, Bolivia debe volver cuanto antes al sendero de la democracia a través del voto popular y sin proscripciones".
El canciller argentino, Jorge Faurie, justificó en cierta medida el golpe de Estado al afirmar al canal local TN "que las Fuerzas Armadas se declararon prescindentes, dijeron a la clase política que busque una salida y esto es lo que ha ocurrido".
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina entre 2005 y 2010, Jorge Taiana, afirmó en declaraciones exclusivas a Sputnik que debe respetarse la vida, la libertad y la integridad del presidente de Bolivia, Evo Morales, y de su vicepresidente, Álvaro García-Linera, tras el golpe de Estado perpetrado en ese país.
"Exigimos se respete y garantice sus vidas, su libertad e integridad", señaló el actual diputado del Parlamento del Mercosur (Parlasur).
El responsable de relaciones internacionales del Partido Justicialista (PJ) que apoya al presidente electo Alberto Fernández exigió que se restablezca "de inmediato el Estado de derecho y la democracia".
"Toda mi solidaridad con los hermanos bolivianos, con los compañeros Evo Morales y Álvaro García Linera", expresó quien fuera canciller durante el Gobierno del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y el de Cristina Fernández (2007-2015).
El PJ advirtió en un comunicado que "la forzada renuncia del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera es la consecuencia de un golpe cívico, político y policial que de manera abierta intentó descalificar el triunfo electoral".
"Incluso desde antes de las elecciones que se realizaron el 20 de octubre pasado, anunciaron la decisión de desconocer cualquier resultado electoral que favoreciera al presidente Evo Morales", señaló la fuerza que representa al grueso del movimiento peronista en Argentina.
En los últimos días se multiplicaron "los actos de violencia con alto componente racista por parte de fuerzas opositoras, que violaron normas de convivencia básicas, intimidando y agrediendo a seguidores y autoridades del oficialismo, son la expresión de una escalada que buscó desestabilizar al gobierno democrático de Bolivia", añadió en el texto.
Grupo de Puebla
El Grupo de Puebla, que integran 32 líderes de doce países, achacaron a las fuerzas de la oposición el golpe de Estado en Bolivia que precipitó la renuncia de Evo Morales, y de su vicepresidente, Álvaro García-Linera, según expresaron en un comunicado al teŕmino de su segundo encuentro en la capital argentina.
"Fuerzas de la oposición desencadenaron movilizaciones políticas acompañadas de actos de violencia, humillación de autoridades democráticamente elegidas, invasión, saqueo y quema de casas, secuestro y amenazas de familiares para llevar a cabo un golpe de estado y forzar la renuncia del presidente Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García-Linera, legal y democráticamente elegidos", indicaron.
El colectivo advirtió que "la constitución y el Estado de derecho de Bolivia fueron violados interrumpiendo un mandato constitucional" y recordaron que la Organización de Estados Americanos (OEA) sugirió un nuevo proceso electoral aceptado por el mandatario boliviano.
"Pero la oposición optó por la intransigencia, la radicalización y la ruptura democrática, abriendo un grave antecedente de un nuevo golpe de estado en la larga historia de interrupciones democráticas en el país", advirtieron.
El Grupo de Puebla puso el foco en "los comportamientos ilegales e irresponsables de las fuerzas policiales y finalmente, de las propias fuerzas armadas que acompañaron al golpe".
El colectivo también se solidarizó con la ciudadanía boliviana y exigió "el respeto a la integridad física de todos y cada uno de los miembros del Gobierno, autoridades locales, militantes, líderes sociales y sus familiares".
"Es inaceptable la violencia a la que ya muchos fueron sometidos", señaló.
La instancia regional reclamó que continúe la convocatoria de las elecciones de manera "transparente y sin restricciones".
Además exigió a organismos internacionales de Derechos Humanos que aclaren "los actos de violencia cometidos", procedan a enjuiciar y castigar a los responsables, y restablecezcan "el orden, la paz, la convivencia social y la democracia en Bolivia".
El documento es firmado por catorce dirigentes políticos, entre ellos excanciller brasileño Celso Amorim, y el argentino Jorge Taiana, el exministro de Economía de Chile Carlos Ominami, el exministro argentino de Trabajo Carlos Tomada y el excandidato presidencial por el Partido Progresista en Chile Marco Enríquez-Ominami.
Colombia
El Gobierno de Colombia pidió al Estado de Bolivia, así como a los diferentes actores sociales y políticos de ese país, trabajar de manera conjunta para garantizar una transición pacífica de gobierno.
"Tras el anuncio de la dimisión del presidente Evo Morales, Colombia invita a los representantes de las instituciones del Estado, de los diferentes partidos políticos y de la sociedad en su conjunto, a trabajar de la mano por garantizar un proceso de transición pacífico, en estricto apego a las disposiciones constitucionales", indicó la Cancillería de Colombia en un comunicado.
Asimismo, solicitó a la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que convoque una sesión del Consejo Permanente, "de manera urgente, a fin de buscar soluciones a la compleja situación institucional que se presenta en el Estado Plurinacional de Bolivia", la cual, agregó, necesita del acompañamiento de la comunidad internacional.
En otro apartado del comunicado, la Cancillería colombiana aseguró queel Gobierno de Iván Duque colaborará con Bolivia, en el marco de la OEA, y bajo las instancias y procedimientos establecidos dentro de ese sistema hemisférico, "para asegurar que los ciudadanos bolivianos se puedan expresar libremente en las urnas y elegir a un nuevo gobierno con plenas garantías para su participación".
Tras conocerse de la renuncia de Morales, los partidos de izquierda de Colombia expresaron a través de redes sociales su solidaridad con el líder boliviano.
"Solidaridad con Evo, símbolo de dignidad y reivindicación de los pueblos originarios de nuestro continente. Rechazo total al golpe de estado y ataques violentos a la democracia Boliviana. Digno quien insta al diálogo, la paz y la defensa de la vida", escribió en su cuenta de Twitter el máximo líder del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC, surgido tras la disolución de la guerrilla), Rodrigo Londoño, 'Timochenko'.
La lección para Brasil, prosiguió, es "la necesidad, en nombre de la democracia y la transparencia, de contar los votos que se pueden auditar".
A su vez, el canciller Ernesto Araújo negó que se trate de un golpe de Estado en Bolivia y advirtió que la "narrativa golpista solo sirve para incitar a la violencia".
"No hay estafa en Bolivia. El intento de fraude electoral masivo deslegitimó a Evo Morales, quien tuvo la actitud correcta para renunciar ante la protesta popular", tuiteó el ministro.
Brasil "apoyará la transición democrática y constitucional" en el país andino, aseguró.
Fernando Lugo
El expresidente de Paraguay Fernando Lugo (2008-2012) afirmó en una entrevista exclusiva con Sputnik que la renuncia del mandatario de Bolivia se debe a un golpe cívico, militar y electoral.
"Hace ya como diez días que Evo estaba hablando que estaba en ciernes un golpe, y hoy se ha materializado ese golpe cívico militar, un golpe electoral", sentenció el exmandatario desde la capital argentina.
El exjefe de Estado de Paraguay advirtió que lo sucedido en Bolivia durante los últimos días constituyó la "crónica de un golpe anunciado".
"La responsabilidad del golpe es en primer lugar de los políticos opositores y de las fuerzas militares", advirtió en diálogo con Sputnik.
Lugo alertó de que debido a este quiebre institucional, el presidente de Bolivia "se ve forzado a renunciar por la escalada de violencia que atacaba la ciudadanía y sobre todo, y también, a sus familiares".
El exmandatario reconoció que "es difícil predecir" lo que pueda suceder de ahora en adelante en el país andino, pero no dudó en señalar que las entidades internacionales que velan por el respeto de derechos humanos deberían intervenir en defensa de Evo Morales y de la población.
"Lo que ahora estamos diciendo es que organismos internacionales de derechos humanos deberían precautelar por la salud física de la ciudadanía, la salud física del presidente y vicepresidente (Álvaro García Linera), y la salud física de la democracia", destacó.
El líder del Frente Guasú de Paraguay se expresó de este modo al término delsegundo encuentro del Grupo de Puebla, una instancia regional que reúne a 32 líderes de doce países y que se reunió este fin de semana en Buenos Aires.
Morales renunció el 10 de noviembre, después de declarar ante la televisión boliviana que su decisión la adoptaba para evitar la escalada de violencia, los ataques y agresiones de los líderes opositores Carlos Mesa y Fernando Camacho contra el Gobierno del Movimiento al Socialismo.
Tras la renuncia del presidente Evo Morales y gran parte de los miembros de su gabinete, la segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores, Jeanine Añez Chávez, comunicó que asumiría provisionalmente el cargo de presidenta de Bolivia para convocar nuevas elecciones.
La política y abogada informó en una entrevista con la cadena Unitel.tv que, de acuerdo con la línea de sucesión constitucional del país, ella debe asumir como la próxima mandataria durante el periodo de transición y mientras se convoquen nuevas elecciones.
Jeanine Añez Chávez forma parte de la alianza opositora Unidad Democrática y es conocida en Bolivia por haber criticado duramente al Gobierno y al mismísimo Evo Morales.
La senadora es licenciada en Ciencias Jurídicas y Derecho. Entre 2006 y 2008 participó en la redacción de la nueva Constitución de Bolivia, como asambleísta constituyente.
Desde 2010 representa al Departamento del Beni en la Asamblea Nacional tras haber sido elegida como senadora por el partido del Plan Progreso para Bolivia Convergencia Nacional. La alta funcionaria esta casada con el político colombiano Héctor Hernando Hincapié Carvajal.
LA PAZ (Sputnik) — Acciones de vandalismo, saqueos, ataques a domicilios y cortes del agua potable cundieron en las ciudades de La Paz y El Alto, haciendo evidente el vacío de poder que se abatió sobre Bolivia tras el golpe cívico-político que echó del poder al líder indígena Evo Morales.
"La situación de inseguridad que se ha producido muestra un vacío de poder que se está transformando en un vacío de Estado", dijo a la red privada de televisión Unitel el politólogo Daniel Valverde.
Advirtió, mientras surgían los primeros reportes de ataques de supuestos grupos campesinos a barrios de la residencial Zona Sur de La Paz, que "la ingobernabilidad no puede prolongarse, debe ser resuelta de inmediato".
Al llegar la noche y bajo una persistente lluvia, grupos identificados por los medios como campesinos leales a Morales fueron señalados como autores de ataques incendiarios a un parqueo municipal de La Paz en el que resultaron incendiados al menos 15 buses.
También fue atacado, y quemado casi totalmente aunque sin daños personales, el domicilio del activista opositor Waldo Albarracín, uno de los líderes del golpe, dijo Unitel, televisora que sufrió la destrucción de su planta transmisora en El Alto, por un ataque de manifestantes.
Reportes de televisión mostraron saqueos en varios locales comerciales del barrio de Calacoto, incluidos un supermercado y una farmacia, sin que se observara una respuesta policial inmediata.
Vecinos dijeron que en la mayoría de los barrios de clase media de La Paz se activaron sistemas de alarma y se organizaron grupos de vigilancia, en medio de un alud de denuncias de la presunta proximidad de "masistas", como se conoce a militantes del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales.
La tensión en las ciudades bolivianas pareció crecer cuando se divulgó un tuit del líder cívico de las protestas, Luis Fernando Camacho, dando por confirmada una orden de detención contra Morales, sin identificar a la autoridad que habría dictado esa medida.
Al menos dos cadenas de televisión suspendieron sus emisiones "por razones de seguridad" luego de haber reportado la recepción de amenazas de ataques.
El diario Página Siete, de abierta oposición a Morales, reportó que en El Alto hubo ataques a por lo menos "tres barrios enteros", a oficinas del gobierno municipal, a la casa de la alcaldesa Soledad Chapetón y de su padre, además de tomas de las estaciones del teleférico interubano.
Chapetón, de un partido opositor a Morales, apoyó las manifestaciones en La Paz que terminaron en el golpe dominical.
Página Siete anunció que su edición del 11 de noviembre sería solo digital.
El comandante nacional de la policía dijo que todas las unidades de la fuerza del orden estaban en alerta, luego de que en los dos días pasados resultaran un factor decisivo de la caída de Morales al amotinarse en todo el país.
La sucesión de Evo Morales, en manos de la Asamblea boliviana
La dimisión de los máximos responsables políticos del Estado obliga a la vicepresidenta del Senado o algún diputado a tomar las riendas de la crisis para convocar nuevas elecciones en 90 días
La Asamblea Legislativa de Bolivia parece en estos momenos la única institución capacitada para resolver la acefalia en que ha quedado sumido el país tras la renuncia este domingo del presidente, Evo Morales, y de quien a priori debía sucederle en el cargo, el vicepresidente Álvaro García Linera.
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Al menos, la senadora de la opositora Unidad Demócrata (UD) y segunda vicepresidenta de la Cámara Alta, Jeaninne Áñez, aseguró este lunes estar en condiciones de asumir la Presidencia del país para establecer un Gobierno de transición que convoque a nuevas elecciones. En declaraciones a los medios, antes de abordar un vuelo desde su natal Trinidad hacia Santa Cruz, Añez pidió "que quede bien claro que esto es simplemente una transición", pero de encontrarse otra vía de designación presidencial que prescinda de ella, la va a "aceptar".
El nombre de Áñez emergió como el de la potencial presidenta de Bolivia en el orden constitucional, tras la renuncia el domingo de Evo Morales y de quienes constitucionalmente podrían sucederle. El hasta ahora vicepresidente Álvaro García Linera y los presidentes de la Cámara de Diputados y de Senadores, Víctor Borda y Adriana Salvatierra, respectivamente, también anunciaron su renuncia. Además del primer vicepresidente de la Cámara Alta, Rubén Medinaceli, y los tres del Movimiento al Socialismo (MAS), partido del presidente renunciante Evo Morales.
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Añez aseguró que la que podría asumir es una "responsabilidad muy grande" y requeriría el acompañamiento suficiente" de parte de los sectores cívicos y ciudadanos, que permanecen en emergencia movilizados en varias ciudad del país. "Si las condiciones se dan, si voy a tener el acompañamiento de la sociedad civil, obviamente de que estoy dispuesta a llevar adelante este reto", recalcó la legisladora con la voz entrecortada. Añez, de 52 años, ha sido senadora de oposición por la región amazónica de Beni desde 2010, denunciado la inexistencia de una "democracia plena" en el país.
Un procedimiento claramente definido en la Constitución
"Si renuncia el primer vicepresidente, renuncia el segundo vicepresidente, se convoca al decano, es decir, al más antiguo de los senadores", ha explicado, y si este tampoco quiere, "se agota el Senado con los que tienen más de 30 años", requisito necesario para ser presidente.
"Si se agota se va a la Cámara de Diputados y así sucesivamente", ha añadido el experto, que cree que seguramente alguno de los 166 parlamentarios se animará a asumir la jefatura del Estado y convocar elecciones en un plazo de 90 días, como estipula la Constitución, informa Ep.
En este sentido, la vicepresidenta segunda del Senado, Jeanine Añez, ya ha mostrado su disposición a asumir la tarea de dirigir el país en las circunstancias actuales. Añez es miembro del partido opositor Unidad Demócrata (UD) que lidera el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas. "Me correspondería asumir este reto con el único objetivo de llamar a nuevas elecciones, pacificar al país y volver a la normalidad", sostuvo la senadora opositora en declaraciones a una cadena local el domingo.
En todo caso, recordó que lo primero que tiene que hacerse es convocar una reunión extraordinaria de la Asamblea Legislativa para que se acepten las renuncias de Morales y García Linera. "Espero que tengamos quórum, porque el MAS tiene dos tercios en la Asamblea", confió. Según Añez, la convocatoria podría ser este mismo lunes.
'Operación Rey Desnudo': revelan un plan de EE.UU. contra el Gobierno de Evo Morales
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La Casa Blanca ha hecho un seguimiento secreto del presidente boliviano, Evo Morales, mediante una operación clandestina denominada 'Rey Desnudo'. El periodista y escritor Nil Nikandrov afirma que la maquinaria propagandística norteamericana busca socavar el Gobierno legítimo de Bolivia bajo el disfraz de la lucha antidroga.
Un informe publicado el mes pasado por el periódico 'Huffington Post' y basado en documentos de la justicia presentados por un exinformante confidencial de la DEA, Carlos Toro, confirmó las sospechas del presidente Evo Morales sobre la actividad subversiva de la DEA, la agencia antidroga estadounidense, en el país latinoamericano. La información presentada por Toro revela que uno de los objetivos principales de la DEA en el país andino era comprobar la supuesta relación del entorno íntimo de Morales con el narcotráfico en Bolivia. "El colombiano Carlos Toro, exagente de la DEA que estuvo infiltrado en el cártel narcotraficante de Medellín, también participó en la campaña contra Evo Morales", afirmó el periodista y escritor Nil Nikandrov en un artículo publicado por el portal FondSK.
El analista explica que "Carlos Toro figuró como capo de la droga durante veinte años antes de retirarse a EE.UU. y se dice que ahora teme ser extraditado a Colombia" porque si esto sucediera "no sería difícil pronosticar su futuro", añadió. Según el experto, si los funcionarios estadounidenses realmente poseyeran información que demostrara la implicación en tráfico de drogas de Morales y de miembros de su Gobierno ya la habrían utilizado hace tiempo. "La intensificación de la propaganda sucia contra el presidente boliviano y sus colaboradores demuestra los futuros planes de la inteligencia norteamericana para desestabilizar este Gobierno", afirmó el analista.
Evo Morales expulsó a la Administración para el Control de Drogas (DEA por siglas en inglés) de su país en 2008 acusándola de sobornar a los funcionarios, de violar derechos humanos, de encubrir asesinatos y de otros delitos. Posteriormente, las autoridades bolivianas lanzaron su propia estrategia contra el narcotráfico. Los esfuerzos de su equipo cosecharon un éxito considerable. Según datos de la ONU, La Paz logró reducir los cultivos de hoja de coca en más de un 30% desde 2010. Sin embargo, EE.UU. incluyó a Bolivia en su lista negra de países que no combaten el narcotráfico.
Esas circunstancias son especialmente graves porque a pesar de tener una ventaja de poco más de diez puntos en el resultado electoral, Evo había accedido a que se realizarán nuevas elecciones y encontrar una salida democrática al laberinto boliviano. Eso no fue suficiente para la oposición. No. Ya tenían un plan trazado y no se movieron un ápice de él. Los militares que habían estado agazapados salieron para forzar la renuncia del primer presidente indígena de la nación más indígena del hemisferio americano.
Tal vez sea momento de empujar mucho más a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que pudiera representar mejor los intereses de Latinoamérica y cuya Presidencia pro tempore recaerá por primera vez en México a partir de 2020. Esta designación fue hecha por unanimidad semanas atrás conscientes del papel que México está jugando en la región gracias al liderazgo de López Obrador. El asilo a Evo le ha dado la razón muy pronto a quienes comparten esta visión. Habrá que ver también cuál será el peso real del Grupo de Puebla, asociación progresista latinoamericana creada en julio de este año.
Por lo pronto, ¡bienvenido a México, Evo! Ojalá tu estancia solo sea temporal para que puedas regresar pronto y más fuerte a tu patria.
En una corriente de creciente militarización de toda Latinoamérica, en la que cada vez resulta más frecuente encontrar a las fuerzas militares realizando labores de seguridad —México, Brasil, Colombia—, reprimiendo las manifestaciones de la sociedad —Ecuador, Chile— o participando de masacres, violaciones o torturas —Brasil, Chile—, los militares han vuelto a actuar.
Desde la fatídica mitad del siglo pasado en el que las dictaduras militares recorrieron toda América Latina, espoleadas por el liberalismo y acaudilladas por los Estados Unidos, no se había vivido una situación de mayor tensión regional como la actual. Con el paso perdido de la izquierda, retornó la marcialidad a la sociedad latinoamericana en lo que parecía el resurgir de las crías de los halcones norteamericanos, pero el agrietamiento del modelo neoliberal parece apuntar a un retorno a la Izquierda: Lula cabalga de nuevo; Maduro resiste; y Sebastián Piñera y Lenín Moreno sufren acosados por sus propias contradicciones.
Pues el único margen de maniobra de cuerpos policiales y castrenses, es justo el contrario, y emana de los derechos humanos y el derecho internacional: solo deben oponerse a vulnerar los derechos humanos de los ciudadanos, como cuando se les ordena emplear la violencia, que no la fuerza con la correspondiente moderación, o cuando alguno de sus efectivos la perpetren. Por lo tanto, cuerpos policiales y militares pueden oponerse a reprimir violentamente a la ciudadanía, pero no a mantener el control ciudadano —como ha sido el caso—; ni mucho menos a pronunciarse públicamente en favor de un bando —como también ha sido el caso—; y, menos aún, llegar al extremo de sugerir —con pistolas y fusiles— la dimisión del presidente —como también ha sido el caso—.
La gran importancia de los cuerpos policiales y militares
Lo sucedido en Bolivia, unido a las últimas actuaciones de militares en Ecuador, Colombia, México, Chile o Brasil —y la no actuación de las Fuerzas Armadas venezolanas en el intento de golpe de Estado de Juan Guaidó en Venezuela— deben suponer un punto de inflexión y de reflexión para la sociedad latinoamericana y, muy especialmente, para los sectores más progresistas.
No se puede construir una sociedad mejor, no se puede caminar hacia el bienestar social, no se puede conquistar el Estado de Derecho y no se puede progresar sin la democratización y la pluralidad de las fuerzas armadas y los cuerpos policiales de un país. Porque cuando ello sucede, cuando un país avanza hacia un mayor reparto de la riqueza y una mayor justicia social, las élites estarán tentadas de esgrimir a militares y policiales para derribar el gobierno en cuestión y solo la pluralidad ideológica y la plena democratización de las cúpulas militares podrán impedirlo. Bolivia, hoy bien lo sabe.
Experto: La OEA no tiene legitimidad para mediar en la crisis boliviana
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Respecto a la grave crisis que atraviesa Bolivia, el doctor en ciencias políticas Rafael de la Garza Talavera cree que la Organización de Estados Americanos (OEA) no está capacitada para mediar en su problemática situación. El experto además considera que la organización "es un actor más a favor de la salida de Evo Morales" y que fue la que "inició el descrédito del proceso electoral" en el país andino.
El presidente Evo Morales, quien gobernó Bolivia durante casi 14 años, ha renunciado a su cargo. La decisión se produce en el contexto de las protestas protagonizadas por una parte de la población que cuestionaba los resultados electorales. Sputnik explica qué hay detrás de lo que muchos califican de "golpe de Estado".
Bolivia ha quedado sumida en manifestaciones de protesta durante más de tres semanas, que han dejado un balance de al menos tres muertos y cientos de heridos. La insatisfacción de una parte de la población tiene que ver con los resultados de las eleccionesque se celebraron el pasado 20 de octubre.
Según el conteo oficial, Morales ganó con el 47,1% de los votos, lo que significaba que no hacía falta una segunda vuelta. De acuerdo con la legislación boliviana, es posible ganar en la primera vuelta si uno de los candidatos obtiene más del 50% de los votos o al menos el 40% de los votos con una diferencia de 10 puntos respecto al candidato que quedó segundo.
El aspirante que ocupó la segunda plaza fue el expresidente Carlos Mesa —gobernó el país entre 2003 y 2005—. Mesa recibió el 36,51% de los votos, es decir, un 10,59% menos que Morales. Los opositores denunciaron fraude electoral, ya que los resultados preliminares mostraban que Morales tenía una ventaja inferior a 10%. Como consecuencia, la oposición decidió no reconocer los resultados del escrutinio.
Bolivia celebró en 2016 un referéndum en el que los votantes se opusieron a la posibilidad de que el presidente pudiera optar a la reelección una segunda vez. De manera que, por voluntad popular, Evo Morales no podía ser candidato a las elecciones del 2019. Sin embargo, el Tribunal Constitucional dio luz verde a esta posibilidad en 2017.
Los auditores de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizaron un análisis preliminar de los comicios del 20 de octubre y después publicaron un informe. El documento cuestionaba la validez de los resultados al haber encontrado ciertas irregularidades y señalaba que hubo "una clara manipulación del sistema" del Tribunal Supremo Electoral (TREP). Los auditores de la OEA recomendaron repetir los comicios.
Morales aceptó celebrar nuevas elecciones e inicialmente subrayó que iba a cumplir su mandato hasta el final —el 21 de enero de 2020— porque es su "papel constitucional". Entonces la Policía inició una cadena de amotinamientos a la que se sumaron los manifestantes. Simultáneamente, el comandante general de la Policía Nacional de Bolivia, Vladimir Yuri Calderón, "sugirió" al entonces mandatario presentar su renuncia.
El comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, Williams Kaliman Romero, también le pidió a Morales que renunciase.
Caos total
Las protestas, que comenzaron el 22 de octubre, se tornaron violentas y hubo víctimas mortales. En esas condiciones, Evo Morales tomó la decisión de dimitir para evitar más sangre en las calles de las ciudades del país.
La reacción no se hizo esperar. Después del anuncio de la dimisión, los detractores de Morales salieron a las calles a festejar. Los medios de comunicación locales informaron sobre destrozos y saqueos. El propio exmandatario informó en su cuenta de Twitter que grupos violentos habían asaltado su domicilio y la casa de su hermana.
Después de su dimisión, Venezuela y Cuba expresaron su apoyo a Evo Morales. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, denunciaron un golpe de Estado en Bolivia. Entretanto, el ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, informó Evo Morales aceptó la invitación de México para recibir asilo político.
Moscú, por su parte, expresó esperanza en que la crisis política en Bolivia se resuelva sin injerencia externa y llamó "a todas las partes a la tranquilidad". Al mismo tiempo, la Cancillería rusa afirmó que vio elementos de "un golpe de Estado orquestado" en Bolivia.
Durante el mandato de Morales, el país andino logró disminuir la pobreza extrema en casi un 20%. Otros logros del presidente saliente incluyen el crecimiento del PIB per cápita en 3,5 veces, así como la reducción de la desigualdad en los ingresos de la población. Hoy en día, Bolivia es uno de los países con mayor crecimiento económico de América del Sur.
Desmienten en EE.UU. conclusiones de la OEA sobre elecciones bolivianas
La entidad estadounidense señala que un proceso de monitoreo electoral debe estar alejado a intereses políticos para evitar suspicacias y desconfianza en el recuento de los votos.
foto: telesurtv
El Centro de Investigación Económica y Política de Estados Unidos (CPER) presentó un informe que refleja la inexistencia de irregularidades en los comicios efectuados el pasado 20 de octubre en Bolivia y que dieron como ganador a Evo Morales, desmintiendo la postura de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Está claro que estas inusuales declaraciones -a pesar de que la OEA hasta el día de hoy no ha presentado ninguna evidencia que las apoyen -han tenido una influencia significativa en la cobertura de los medios y, por lo tanto, en la opinión pública”, señala el informe.
La entidad estadounidense señala que un proceso de monitoreo electoral debe estar alejado a intereses políticos para evitar suspicacias y desconfianza en el recuento de los votos, “las acusaciones sin fundamento deben retirarse y deben tomarse medidas para asegurar la neutralidad de la observación electoral de la OEA en el futuro”, agregó.
El informe refleja que el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia cuenta con dos sistemas de conteo de votos donde uno es legal y otro para conteo rápido, sistema implementado siguiendo las sugerencias de transparencia electoral de la OEA, destaca por su parte la emisora Telesur.
“El primero es un conteo rápido conocido como Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP, en adelante referido como conteo rápido), lo lleva a cabo una empresa privada junto con el Servicio de Registro Cívico (SERECÍ), el servicio de registro civil, y está diseñado para entregar un resultado rápido: no incompleto y no definitivo. El segundo sistema de conteo de votos es el conteo oficial (o cómputo), que es legalmente vinculante según la ley boliviana. El conteo oficial es más completo y preciso; y, naturalmente, lleva más tiempo”, explica la información.
Denuncia la CPER que en ningún punto del informe del organismo que dirige Luis Almagro presenta explícitamente las “irregularidades” que alude, “la misión de la OEA ni ningún otro partido han demostrado que hubo irregularidades generalizadas o sistemáticas en las elecciones del 20 de octubre de 2019”.