CERRÉ MI PUERTA AL MUNDO (Emilio Prados)
Cerré mi puerta al mundo; se me perdió la carne por el sueño... Me quedé, interno, mágico, invisible, desnudo como un ciego.
Lleno hasta el mismo borde de los ojos, me iluminé por dentro.
Trémulo, transparente, me quedé sobre el viento, igual que un vaso limpio de agua pura, como un ángel de vidrio en un espejo. |