Pensamientos sueltos al viento,
Ideas que se fugan solas, por las rendijas del tiempo.
No quieren fenecer todas y mucho menos solas,
En la prisión del olvido.
Preferimos en demasía, palabras, decoradas,
Con mucha parafernalia, de suplemento y consultas.
Que nos ensalzan, son lindas, todas suenan hermosas.
Pero esta todo silencioso y lo comparto así, de está manera ingeniosa,
Con las palabras mudas del pensamiento.
Y con la exactitud de un reloj de sol, que ya va contando el tiempo,
Salen de su escondite, conversas, chismes y cuchicheos
Escondemos y tapamos como avestruz, nuestras culpas y sin sabores.
Enterrando todo eso, en un suelo ya caliente.
Difícil, trabajo este,
Para un alma solitaria,
Atrapada en el minúsculo y diminuto aliento,
De los suspiros del viento.
Sal al mundo, mira al desaliñado y sucio mendigo de la acera,
Con su montón de basura, latas, papeles, cartones y toda su paquetera.
No lo saludes, que no te contestara,
Trata de no despertarlo, que él ya no sueña mas,
Por que ya encontró las dos cosas perfectas, si.
La perfecta soledad y el perfecto olvido.
RAFAEL VICENTE PADRÓN RUÍZ