No sé qué es peor, si la impaciencia que produce saber que estamos agotando todos los recursos
naturales o la negligencia de nuestro presidente, que salió ante las cámaras con mucha seguridad
y confianza diciendo "Colombia no es parte del problema", como lo hizo en la ONU.
En esa intervención estos fueron algunos de los puntos que señaló:
- Colombia solo produce 0,4% de todas las emisiones de gases invernadero.
- Tenemos la sexta matriz energética más limpia del mundo.
- Tenemos el 50% de los páramos del planeta.
- Más del 40% de nuestro territorio es selva húmeda.
Pero esto lo único que muestra es su profundo desconocimiento de lo que está pasando en el mundo
y lo peor, en Colombia. Como Greta Thunberg menciona: lo único que dicen las personas que están
en puestos políticos importantes son pendejadas que no ayudan en nada a buscar un cambio dramático
en nuestra forma de relacionarnos con nuestro medio ambiente. Pues bien, analicemos el discurso de Duque y contrastemos la información:
- Colombia solo produce 0,4% de todas las emisiones de gases invernadero contrasta con titulares
como “en 24 años aumentó en un 10% la emisión de gases efecto invernadero en Colombia”, y esta información
fue extraída del inventario Nacional de Gases Efecto Invernadero (GEI) Colombia realizado por el Ideam.
Un factor que es muy llamativo es que en Colombia y el gobierno nacional no tiene datos actuales de esto,
ya que este informe es del 2012, pero deja cosas bien interesantes como: el mayor responsable en la producción
de gases efecto invernadero es el este sector es el transporte, específicamente el transporte terrestre
que emite el 32, 6 por ciento. Y como lo señala Javier Mendoza, coordinador de la Tercera Comunicación
Nacional de Cambio Climático: “Básicamente esto se explica porque Colombia es un país que se mueve
a punta de camión y bus. No se tienen trenes ni otro tipo de sistemas más limpios como los trenes eléctricos en Europa”.
El segundo responsable de este aumento en GEI es el cambio de bosques naturales por pastizales para la ganadería
extensiva y aunque no tenemos datos de GEI actuales si sabemos que el parque automotor paso de 12.155.356
en el 2016 ha 14.549.309 (datos del Registro Único Nacional de Tránsito) por lo que la emisión por vehículos
debe estar en aumento y dos en 2018 se talaron más de 12 millones de hectáreas de selva tropical en el mundo,
según el World Resources Institute entre los cinco países más deforestadores hay tres de América Latina: Brasil,
Bolivia y Colombia, y para colmo se han sacrificado más de 100 millones de hectáreas de bosque tropical:
en América Latina, debido a la ganadería, en Colombia como lo mencionó el Instituto Geográfico Agustín
Codazzi (Igac): en el país 14 millones de hectáreas son destinadas a ganadería neta aun cuando solo 2,7 millones
son aptas para tal fin y lo más preocupante es que el panorama agrícola es opuesto: el 4,7% tiene
cultivos, cuando su área potencial es del 19,3%.
- Tenemos la sexta matriz energética más limpia del mundo: aunque el titular aparece en google en worldenergytrade.com,
andesco.org.co y en apingenieria.com, en ninguna de las tres páginas mencionan datos concretos que respalde esta afirmación.
Pero si revisamos cómo se produce a energía en nuestro país el 70% viene de centrales hidroeléctricas y de allí que sea a
través de energía renovable pero algo que no es menor es cuales son los impactos de estas hidroeléctricas en
materia ambiental, para contestar esto se puede colocar en google “plantilla proyecto ituango – EPM” lo que va aparecer
es el estudio del Impacto Ambiental del Proyecto Hidroeléctrico Ituango realizado en el año 2011. En ella se describen
los impactos que tiene tener hidroeléctricas en tres grandes áreas: 1) Medio físico, 2) Medio biótico y 3) Medio Social.
En efectos en el medio físico están:
1. Modificación de la calidad del suelo.
2. Contaminación de corrientes superficiales y subterráneas.
3. Afectación a la disponibilidad del recurso hídrico superficial y subterráneo.
4. Cambios en la calidad de las aguas del embalse.
5. Modificación de la dinámica fluvial de aguas superficiales y navegabilidad del río Cauca.
6. Contaminación del aire.
7. Modificación del paisaje.
En efectos en el medio biótico están:
1. Cambios en la cobertura vegetal.
2. Pérdida o fragmentación de hábitat.
3. Aumento de la presión por los recursos naturales.
4. Muerte y desplazamiento de especies faunísticas.
5. Cambio en la abundancia de las especies que conforman la comunidad de peces en la cuenca del río Cauca.
6. Cambios en la estructura del biotopo y en las comunidades bénticas.
7. Proliferación de vectores de enfermedades.
8. Transformación de ambientes lóticos a lénticos.
En efectos en el medio social están:
1. Desplazamiento involuntario de población: Centros poblados de Orobajo y Barbacoas, corredores viales
(San Andrés de Cuerquia – El Valle, Puerto Valdivia Presa) y viviendas dispersas.
2. Efectos de presión migratoria ocasionados por la presencia del proyecto.
3. Incremento de enfermedades ocasionadas por la presencia del proyecto.
4. Afectación de la prestación de servicios públicos y sociales, incluyendo su infraestructura.
5. Interrupción o afectación de la infraestructura de transporte y conectividad.
6. Cambio en las actividades económicas.
7. Cambio en la tenencia de la tierra.
8. Afectación sobre los yacimientos arqueológicos identificados.
9. Transformación de los sistemas culturales de la población afectada directa e indirectamente.
10. Generación de conflictos motivados por la presencia del proyecto.
Es por todas estas razones que en los medios locales los titulares son “el rezago de Colombia en energías renovables”.
- Tenemos el 50% de los páramos del planeta: En Colombia, los páramos se localizan en las tres cordilleras
y en la Sierra Nevada de Santa Marta, alcanzan una área de 14.434 km², equivalente al 49 % de los
páramos del mundo, pero el pequeño detalle que omitió decir es que están en peligro de desaparecer como
lo menciona Laura Garavito en su trabajo “Los páramos en Colombia, un ecosistema en riesgo” en el cual
se enumeran los riesgo de estos ecosistemas por la intensificación de la agricultura (principalmente cultivo
de papa y amapola), la ganadería, la explotación minera, la tala indiscriminada, el aprovechamiento descontrolado
de flora y fauna silvestre, la erosión, la eliminación de la capacidad de retención hídrica del páramo, la extinción
de especies endémicas, la contaminación con residuos sólidos y líquidos por abonos y herbicidas, el deterioro del
suelo y la pérdida de biodiversidad y el acelerado calentamiento global, por lo que los retos en nuestro país son grandes para lograr preservarlos.
- Más del 40% de nuestro territorio es selva húmeda. Y con todo este potencial también se le olvidó contar que
“Colombia es uno de los cinco países con mayor deforestación en 2018”, como aparece en los datos del Ideam en 2016.
La tasa de deforestación en el territorio nacional alcanzó las 178.597 hectáreas y aumentó 23 % en el 2017,
llegando casi a las 220.000 hectáreas y en el 2018 fue de 280.000 hectáreas.
Con todo esto se justifica decir que Colombia no es parte del problema. Y eso que no se mencionó que se estima
que cerca de 1200 especies están amenazadas en el país según la información obtenida de la serie Libros Rojos de Colombia,
la Resolución 092 de 2014 y los criterios establecidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(UICN). Lastimosamente la única especie que no está a punto de extinguirse en Colombia son los politiqueros como nuestro presidente.